En un movimiento estratégico que refleja la creciente necesidad de autonomía tecnológica, Volkswagen ha anunciado su intención de desarrollar un chip semiconductor avanzado que potenciará sus sistemas de asistencia al conductor. Este plan responde a la delicada situación que enfrentan los fabricantes de automóviles, quienes buscan reducir su dependencia de suministradores externos en un contexto global de tensiones geopolíticas.

El desarrollo de este chip tendrá lugar en China, un mercado donde Volkswagen se ha comparado desfavorablemente con competidores locales como BYD y Xiaomi. El innovador System-on-Chip permitirá que los vehículos de la marca alcancen un nivel de autonomía clasificado como nivel 3, donde el automóvil puede asumir el control total bajo ciertas condiciones.

Oliver Blume, presidente de Volkswagen, destacó durante su discurso en la China International Import Expo de Shanghái que esta iniciativa representa una oportunidad para tomar las riendas de una tecnología que definirá el futuro de la movilidad inteligente. "Controlar esta tecnología clave es esencial para nuestra visión de conducción del mañana", comentó Blume.

El chip será desarrollado en colaboración con Carizon, una empresa conjunta entre el brazo de software de Volkswagen, Cariad, y la firma china Horizon Robotics, lo que subraya la importancia de las alianzas estratégicas en el sector tecnológico.

La decisión de Volkswagen de embarcarse en la fabricación de chips avanzados llega en un momento crítico, cuando la industria automotriz ha sido severamente afectada por interrupciones en la cadena de suministro. Recientemente, fabricantes de automóviles han lidiado con problemas serios tras el bloqueo por parte de Pekín de las exportaciones de Nexperia, una acción considerada como represalia tras la intervención del gobierno holandés en la empresa de chips.

Se anticipa que este innovador chip esté disponible en un plazo de tres a cinco años, convirtiéndose en un componente esencial para el lanzamiento de los vehículos eléctricos de Volkswagen en el mercado chino. Con una capacidad de procesamiento de entre 500 y 700 teraoperaciones por segundo, el chip permitirá procesar datos de diversos sensores y cámaras, contribuyendo a hacer la conducción más segura y eficiente.