Vox denuncia que Sánchez cede el control de Ceuta y Melilla a Marruecos, sugiriendo que está bajo presión.
En una reciente declaración, el secretario general del grupo parlamentario de Vox en el Congreso, José María Figaredo, ha lanzado duras críticas hacia el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acusándolo de haber entregado el control aduanero de Ceuta y Melilla a Marruecos. Figaredo sostiene que esta acción obedece a una supuesta coacción por parte de Rabat, alegando que las decisiones del gobierno español se toman en desmedro del interés nacional y la ciudadanía española.
Durante una entrevista en Radio Libertad, recogida por Europa Press, el diputado asturiano reaccionó a las conversaciones en curso entre España y Marruecos, las cuales buscan la reapertura de las aduanas en estas dos ciudades autónomas. Según Figaredo, el Gobierno ha realizado una "cesión" al permitir que Marruecos controle la entrada de productos, lo que, a su juicio, limita la capacidad de España para regular lo que ingresa a su territorio.
El político de Vox enfatizó que los productos de Marruecos podrán ingresar libremente, mientras que España no tendría la misma prerrogativa, ya que Marruecos podría vetar cualquier producto español que decida no permitir. Figaredo argumenta que estas acciones evidencian que el Ejecutivo no está priorizando el bienestar de la población española, sino que se enfoca en su propia "supervivencia" política.
Además, Figaredo insinuó que existe una relación de coerción entre Marruecos y Sánchez, sugiriendo que podría deberse a la obtención de información comprometedora mediante el software espía Pegasus, que se encontró en el teléfono móvil del presidente del Gobierno.
Estas afirmaciones surgen en un contexto en el que las negociaciones entre España y Marruecos para reabrir la aduana de Ceuta y Melilla están más activas que nunca, después de casi tres años de intercambios. Por otro lado, el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, representante del Partido Popular, expresó su oposición a la reactivación de la aduana comercial bajo condiciones que podrían afectar negativamente a la ciudad española, advirtiendo que la reapertura significaría una pérdida de "soberanía".
Imbroda destacó la desventaja para los comerciantes de Melilla, quienes verían limitada su capacidad para vender productos en Marruecos, mientras que los productos marroquíes, tales como áridos y alimentos, podrían ingresar sin restricciones. Según el mandatario melillense, esta situación podría llevar a que el comercio local se vea perjudicado, con un claro riesgo de que la ciudad pierda no solo soberanía económica, sino también política en el proceso.
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