
La reciente pausa en las exportaciones de armamento por parte de Alemania no impactará en la capacidad defensiva de Israel, según ha declarado el ministro de la Cancillería, Thorsten Frei. Este anuncio se produce en un contexto tenso, marcado por la escalada de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza y el inminente asalto a la ciudad de Gaza.
Berlín ha hecho hincapié en que su compromiso con la seguridad de Israel sigue intacto, desestimando las especulaciones sobre un posible cambio en las relaciones entre ambos países. Frei afirmó que "no hay lugar para dudas" respecto a la política de apoyo de Alemania hacia Israel, asegurando que seguirán respaldando al estado hebreo en su derecho a defenderse.
El ministro resaltó que la interrupción en el suministro está limitada exclusivamente a aquellos armamentos que pudieran ser utilizados para atacar a la población civil en Gaza, aclarando que las entregas de sistemas de defensa, como tecnologías aéreas o navales, no están incluidas en esta suspensión. "Israel recibirá todo el apoyo necesario en esos ámbitos", enfatizó Frei.
Mientras tanto, el Gobierno israelí, liderado por Benjamin Netanyahu, ha dado luz verde a una operación para tomar el control de Gaza, lo que ha desencadenado críticas enérgicas de la comunidad internacional, incluida Alemania. Esta acción forma parte de un ambicioso plan que establece "cinco principios para terminar con la guerra" contra Hamás.
Desde el ataque del 7 de octubre, Alemania ha mantenido una postura firme de apoyo hacia Israel. Sin embargo, la decisión de limitar algunas exportaciones ha generado divisiones dentro de la Unión Demócrata Cristiana. Algunos miembros, liderados por Friedrich Merz, abogan por una presión mayor sobre Netanyahu, mientras que otros defienden una postura más incondicional hacia Israel.
Carsten Müller, un diputado del Bundestag por la CDU, se manifestó en contra de la suspensión, advirtiendo que "invisibiliza la amenaza constante que representan Hamás y sus aliados, quienes buscan desestabilizar a Israel". Por su parte, la juventud del partido ha catalogado esta medida como una "ruptura" con los principios tradicionales de la formación.
No obstante, en el seno del Gobierno, el vicecanciller Lars Klingbeil, perteneciente al Partido Socialdemócrata (SPD), ha expresado su apoyo a la decisión, alineándose con las ideas de Merz en esta controversia política que mantiene al país en una encrucijada en términos de política exterior.
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