MADRID, 16 de junio. En un giro inesperado de eventos, Anabel Pantoja ha sido objeto de una intensa controversia tras su aparición en la boda de su amiga más cercana, Susana Molina, y Guille Valle, que tuvo lugar el viernes pasado en Madrid. La influencer asistió al evento acompañada de su pareja, David Rodríguez.

Desbordante de alegría, Anabel compartió con sus seguidores el llamativo vestido que eligió para la ocasión, que simboliza su estrecha relación con Susana, a quien considera casi como una hermana. Su elección fue un impactante vestido negro, caracterizado por un innovador escote halter y una espectacular espalda descubierta, adornado con delicados abalorios blancos en los tirantes. Completó su aspecto con elegantes sandalias de tacón a juego, un bolso de mano de plumas en blanco y un peinado sofisticado que dejaba caer un mechón de su flequillo.

No obstante, el look que había concebido con tanto esmero provocó una oleada de críticas que Anabel no tardó en plasmar en sus historias de redes sociales, visiblemente afectada por los comentarios. "¡Pero donde vas sin sujetador, hija! No eres Kate Moss", "Estás para cargar sacos en esa espalda" o "Parece la pollera del mercadillo", son solo algunas de las duras críticas que han llovido sobre ella, junto a cuestionamientos sobre su rol como madre y su decisión de estar cinco días separada de su hija, Alma.

En medio de este torrente de comentarios negativos, Anabel ha decidido romper su silencio. Acompañada de una imagen en la que se muestra con lágrimas en los ojos, dejó un mensaje contundente para sus detractores: "Hoy habéis ganado el juego. Vuestro premio: hacerme daño. Solo leí los primeros comentarios porque tuve que parar". Su vulnerabilidad ante la situación ha sido evidente, revelando el impacto que le han causado los ataques.

“Jamás imaginé que las redes sociales pudieran convertirse en un campo de batalla. La malicia a la que os entregáis me es incomprensible, sobre todo cuando algunos de vosotros tienen cara y familias. ¿Por qué tanto odio hacia mi imagen y mi vida?”, expresó Anabel con evidente pesar.

Finalmente, lanzó un poderoso mensaje a sus críticos: “¿Sabéis lo afortunados que sois al contar con salud, vida, familia y amigos? Disfruten de esas bendiciones en lugar de envenenar perfiles ajenos. Eso no es saludable para nadie”, concluyó, cerrando el capítulo con un llamado a la reflexión y al respeto en el mundo digital.