
En el contexto de la inminente Cumbre de Nutrición para el Crecimiento que se llevará a cabo en París, las organizaciones sin fines de lucro Save the Children y Unicef han hecho un llamado urgente para resaltar las graves implicaciones de los recortes en la financiación internacional destinada a combatir la desnutrición infantil, particularmente entre las poblaciones más vulnerables del planeta.
Según Save the Children, alrededor de 1.120 millones de niños en el mundo, lo que representa casi la mitad de la población infantil, carecen de acceso a una dieta nutritiva y equilibrada. La organización también ha señalado que la malnutrición es un factor clave en el 50% de las muertes de menores de cinco años. En este sentido, Save the Children subraya que la inversión en nutrición no solo es vital para la salud infantil, sino que también genera un retorno económico de 23 dólares por cada dólar invertido, según datos del Banco Mundial.
Las estimaciones presentadas durante la cumbre indican que la falta de financiación para programas de nutrición podría afectar a 2,3 millones de niños gravemente desnutridos, generando anualmente 369.000 muertes adicionales de menores. En respuesta a esta crisis, Save the Children se ha comprometido a destinar 663 millones de dólares para combatir la desnutrición infantil en los contextos más difíciles del mundo.
En vista de esta alarmante situación, Save the Children solicita a los líderes mundiales que implementen políticas que faciliten el acceso a alimentos saludables, fortalezcan los sistemas de salud y protección social, y promuevan transiciones hacia sistemas alimentarios que sean sostenibles a largo plazo.
Unicef también ha ofrecido una perspectiva preocupante al señalar que 14 millones de niños se verán perjudicados por la interrupción de servicios nutricionales esenciales. La organización enfatiza que los recortes en la financiación podrían deshacer décadas de avances significativos en la lucha contra la desnutrición infantil.
La directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, ha afirmado que en las últimas décadas se han logrado progresos notables en la reducción de la desnutrición infantil a escala global gracias a esfuerzos conjuntos y a un financiamiento continuamente sostenible. Desde el año 2000, 55 millones de niños menores de cinco años han superado el retraso en el crecimiento, salvando así millones de vidas. Sin embargo, Russell advierte que los abruptos recortes en los fondos amenazan esta tendencia positiva y pueden poner en riesgo a innumerables niños.
Los recortes presupuestarios impactarán severamente a 17 países de alta prioridad, lo que podría dejar a 2,4 millones de niños que sufren desnutrición aguda grave sin acceso a alimentos terapéuticos necesarios hasta finales de 2025. Además, cerca de 2.300 centros críticos que brindan atención a menores con emaciación grave y complicaciones médicas corren el riesgo de cerrar o de operar con recursos limitados.
Por si fuera poco, alrededor de 28.000 centros ambulatorios de tratamiento para la desnutrición, apoyados inicialmente por Unicef, están bajo amenaza y en algunos casos ya han tenido que cesar sus actividades.
Para abordar de manera sostenible la desnutrición infantil y materna, Unicef ha lanzado el Fondo para la Nutrición Infantil en 2023, con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido, la Fundación Gates y la Children's Investment Fund Foundation. La organización continúa haciendo un llamado a gobiernos, aliados y donantes filantrópicos para que contribuyan a este fondo crucial que tiene un impacto vital, así como a otros mecanismos de financiación flexible que benefician a la infancia y a las mujeres.
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