La Comisión Europea ha dejado claro hoy su rechazo a la posible imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a las exportaciones de acero y aluminio de la Unión Europea. Ante esta amenaza, Bruselas ha afirmado que responderá a cualquier medida considerada injustificada que ponga en peligro los intereses europeos.

Esta reacción se produce después de que el presidente Donald Trump anunciara su intención de gravar con un 25% todas las importaciones de acero y aluminio a EE.UU. desde la UE. A pesar de esto, desde la capital comunitaria, señalan que no han recibido ninguna notificación oficial que confirme la penalización de las producciones europeas.

La Comisión Europea ha manifestado que no responderá a anuncios sin detalles ni aclaraciones escritas, ya que consideran que no hay justificación para imponer tarifas a sus exportaciones. De hecho, señalan que cualquier medida de este estilo sería ilegal y económicamente contraproducente, especialmente considerando las fuertes relaciones comerciales entre la UE y Estados Unidos.

Desde Bruselas se hace hincapié en que los aranceles, en última instancia, terminarían perjudicando a los propios ciudadanos estadounidenses, incrementando los costes para las empresas y generando inflación. Además, se alerta sobre el impacto negativo que estas medidas pueden tener en la economía global y la integración de los mercados.