BRUSELAS, 2 de julio.

En un paso significativo hacia la sostenibilidad, la Comisión Europea ha revelado hoy su ambicioso plan para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 90% con respecto a los niveles de 1990. Este objetivo se enmarca dentro de la estrategia para alcanzar la neutralidad climática para 2050 y limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados, tal como se comprometió en el Acuerdo de París.

La propuesta, que aún requiere la aprobación de los Estados miembros y del Parlamento Europeo, explorará diversas flexibilidades en la redacción futura de la legislación necesaria para cumplir este objetivo climático en 2040. La Comisión se ha comprometido a evaluar cuidadosamente las medidas que faciliten esta transición.

Entre las medidas contempladas se incluyen un uso restringido de créditos internacionales de alta calidad a partir de 2036 y el reconocimiento de las absorciones permanentes a nivel nacional en el marco del Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión.

También se brindará a los Estados miembros la opción de compensar las dificultades en el sector del uso del suelo mediante reducciones fulminantes en las emisiones provenientes de los residuos y el transporte.

A medida que se aproxima la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) en Belém, Brasil, que tendrá lugar en noviembre, la Comisión se ha unido a la presidencia danesa del Consejo para finalizar la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) de la Unión Europea.

La vicepresidenta de Transición Limpia, Teresa Ribera, enfatizó la importancia de este esfuerzo colectivo: "Apuntamos a una colaboración entre personas, industrias e individuos, asegurando que los europeos podamos afrontar este reto juntos. Aunque es un desafío, respondemos al llamado más crítico de nuestra generación con total responsabilidad", comentó durante la presentación de la propuesta junto al comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra.