En un clima de creciente tensión, el líder de la república de Chechenia, Ramzan Kadirov, reportó este domingo un nuevo incidente relacionado con drones en la capital regional, Grozni. Según su declaración, el ataque involucró tres drones, de los cuales, gracias a los sistemas de defensa aérea, dos fueron interceptados antes de causar estragos.

Kadirov, utilizando su cuenta de Telegram como plataforma para comunicar la situación, mencionó que el tercer dron impactó en un edificio que alberga la Dirección de la Guardia Rusa. Afortunadamente, destacó que el incidente no dejó ni muertos ni heridos, un punto que subrayó para tranquilizar a la población chechena.

El líder checheno no tardó en amenazar con represalias, señalando que cualquier intento de ataque contra su territorio se responderá con "bombardeos más precisos y firmes". Además, hizo referencia a acciones militares llevadas a cabo por Rusia, específicamente a dos ataques contra objetivos en Járkov, donde afirmó que se habían eliminado a unos 200 "fascistas ucranianos", aunque la parte ucraniana aún no ha emitido una respuesta sobre estas alegaciones.

Por otro lado, Kadirov advirtió de manera categórica a las autoridades ucranianas que cualquier ofensiva contra Chechenia sería respondida con "bombardeos selectivos" focalizados en las áreas donde se concentran las fuerzas armadas de Ucrania. El tono de sus palabras dejaba entrever una clara intención de reafirmar el poderío militar ruso, haciendo hincapié en que las consecuencias de tales ataques "serán terribles".

Un incidente previo fue confirmado por Kadirov, quien comunicó que cuatro agentes de las fuerzas especiales chechenas habían sufrido heridas leves en un ataque similar. A pesar de estos intentos de agresión, el líder checheno se mostró optimista, asegurando que estos eventos refuerzan su determinación y fe en la victoria, así como el deseo de enfrentar al enemigo con rapidez y decisión, en un contexto de clara alineación con el presidente ruso, Vladimir Putin.