Eric Ciotti, líder del partido conservador francés Los Republicanos, ha causado revuelo al anunciar su intención de pactar con la ultraderecha, señalando que su partido "estaba roto" y que los franceses ya no lo veían como una alternativa "clara". Asegura que esta decisión será agradecida por la gente en el futuro.

En una reunión extraordinaria de la junta directiva de Los Republicanos, se acordó cesar a Ciotti como líder debido a su propuesta de alianza con Agrupación Nacional. A pesar de esto, Ciotti niega que la reunión tenga consecuencias legales y afirma seguir siendo el presidente del partido.

La polémica surge a raíz del anuncio de Ciotti de establecer una coalición con la ultraderecha de cara a las elecciones legislativas anticipadas, rompiendo así el cordón sanitario que tradicionalmente ha separado a ambos partidos.

Ante la situación, miembros disidentes de la cúpula convocaron una reunión extraordinaria para designar una nueva dirección interina, liderada por Annie Genevard y François-Xavier Bellamy. Genevard critica a Ciotti por negociar secretamente sin consultar a la familia política y a los militantes del partido, violando los estatutos y la línea ideológica de Los Republicanos.

Ciotti reacciona argumentando que la reunión carece de validez legal y considera que podría tener consecuencias penales, pues supone una violación flagrante de los estatutos del partido. Presenta un comunicado con los emblemas de Los Republicanos para respaldar su postura y alegar que la decisión tomada no contó con su aval como presidente.

En una entrevista posterior para CNews, Ciotti defiende su decisión de pactar con Agrupación Nacional como una medida necesaria para la supervivencia del partido, declarando que la mayoría de los votantes de Los Republicanos apoyan su postura. Asegura que era necesario abrir un nuevo camino ante la percepción de que su partido ya no era una alternativa clara para la población.

Ciotti también insinúa que el partido liderado por Le Pen respaldará a aproximadamente 80 candidatos de Los Republicanos, consolidando así su alianza con la ultraderecha en un movimiento polémico dentro de la política francesa.