En un notable reconocimiento a la actualidad sociopolítica y ambiental, la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE) ha designado dana como la palabra del año 2024. Este término, que ha sido recientemente incorporado al Diccionario de la lengua española, tomó relevancia tras las devastadoras inundaciones que asolaron el este y el sur de la península ibérica a finales de octubre, cuyo impacto trágico resultó en más de 200 vidas perdidas y cuantiosos daños materiales.
La elección de esta voz, según destaca la FundéuRAE, se fundamenta en una doble razón: por un lado, su “gran presencia” en los medios de comunicación, que se intensificó significativamente a raíz de las desastrosas consecuencias del fenómeno atmosférico mencionado. Por otro lado, existe un interés lingüístico por su correcta escritura y uso, lo que ha generado numerosas dudas entre los hablantes del idioma.
No es la primera vez que dana se postula como palabra del año; la FundéuRAE ya la había considerado en 2019, aunque en aquella ocasión no obtuvo el galardón. Sin embargo, dado el aumento en la frecuencia y severidad de este tipo de fenómenos meteorológicos, así como su representación en los medios, el término ha saltado nuevamente a la escena pública. Este patrón no se limita a España, sino que también coincide con desastres climáticos severos registrados en otros lugares del mundo, como Perú, Europa central, Estados Unidos y Brasil.
En su última actualización, el diccionario académico define la palabra como la lexicalización del acrónimo DANA, que corresponde a depresión aislada en niveles altos. De esta manera, se clasifica como un sustantivo común, empleándose en minúsculas (la dana, una dana), y se describe como un término técnico en meteorología, refiriéndose a la depresión en niveles altos de la atmósfera que, apartada de la circulación general, puede generar perturbaciones significativas acompañadas de precipitaciones muy intensas.
Además, la fundación ha aclarado que, en caso de utilizar el término como sigla, debe escribirse con todas las letras en mayúscula (DANA), y el plural correcto es las DANA, evitando las formas incorrectas como las DANAs. En cuanto a su uso en minúscula inicial, no es aceptable a menos que forme parte de una oración.
Este término, originado en el ámbito técnico de la meteorología, ha ido ganando terreno en los medios de comunicación y se ha integrado finalmente en el lenguaje cotidiano y en el léxico académico. La prevalencia de la palabra dana en los corpus académicos señala su crecimiento como una parte integral del lenguaje en España.
Este acontecimiento marca la duodécima vez que la FundéuRAE selecciona su palabra del año. Entre las palabras que han merecido este reconocimiento en años anteriores se encuentran scrache (2013), selfi (2014), refugiado (2015), populismo (2016), aporofobia (2017), microplástico (2018), emojis (2019), confinamiento (2020), vacuna (2021), inteligencia artificial (2022) y polarización (2023).
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