Este sábado, la policía del área del Merseyside anunció la detención de un hombre de 47 años, vecino de Liverpool, por su supuesta implicación en un acto de odio racial ocurrido durante un partido en el estadio de Anfield. El incidente involucró al jugador del Bournemouth, Antoine Semenyo, quien fue blanco de gritos racistas mientras jugaba el encuentro.

Durante el partido, el árbitro Anthony Taylor decidió interrumpir el juego en el minuto 29 tras recibir informes sobre los abusos sufridos por Semenyo. Antes de que se reanudara el partido, Taylor se reunió con los entrenadores de ambos equipos, Arne Slot y Andoni Iraola, y se llevaron a cabo acciones para condenar la discriminación, incluyendo la lectura de un mensaje contra el racismo por parte de los capitanes, Virgil van Dijk y Adam Smith.

La intervención policial se produjo en el descanso del partido, cuando los agentes ingresaron a la sala de árbitros y llevaron a cabo la expulsión del sospechoso del recinto deportivo. Posteriormente, las autoridades confirmaron su arresto, indicando que el individuo había sido detenido por un delito de orden público con agravantes raciales y que se encontraba bajo custodia para ser interrogado.

El inspector jefe Kev Chatterton, quien supervisó el partido, destacó la postura firme de la policía del Merseyside en contra de cualquier acto de odio. "No permitiremos que ocurran incidentes de esta naturaleza. Nos tomamos muy en serio este tipo de situaciones y buscaremos la prohibición de entrada al fútbol para quienes sean responsables", afirmó Chatterton.

Chatterton también hizo un llamado a la comunidad, instando a quienes presencien actos de racismo a informar de inmediato a los auxiliares o a la policía. "Es fundamental que trabajemos conjuntamente con el Liverpool y el Everton para garantizar la seguridad de todos los asistentes", añadió.

El Liverpool FC no tardó en expresar su condena a cualquier forma de racismo y discriminación, destacando que el asunto ahora está en manos de las autoridades. A pesar del incidente, Semenyo logró brillar en la segunda parte del juego, anotando dos goles que contribuyeron a una notable remontada de Bournemouth, aunque finalmente el Liverpool se impuso con un marcador de 4-2 en su debut en la Premier League.