Recientes estadísticas revelan un interesante panorama sobre la criminalidad en España al cierre del primer semestre de 2025, mostrando un sutil aumento en ciertos delitos mientras otros han ido a la baja. En concreto, el tráfico de drogas ha visto un leve incremento, contrastando con la disminución de homicidios y delitos de robo, lo que sugiere una dinámica compleja en la seguridad pública del país.
De acuerdo con el informe del Ministerio del Interior, la criminalidad en general ha registrado una caída del 0,9% respecto al año anterior. Este descenso se debe en gran parte a la notoria reducción de homicidios dolosos y asesinatos, que han disminuido un 8,6%. Asimismo, los delitos relacionados con el patrimonio, como robos y hurtos, han sufrido un descenso del 4,6%, lo que indica una situación de mayor seguridad en esos ámbitos específicos.
No obstante, la situación se complica con el aumento de las agresiones sexuales, que incluyen violaciones, que han crecido un 7% en comparación con el período anterior. Este fenómeno resalta la necesidad de abordar las cuestiones de violencia de género con urgencia.
El balance proporcionado por el Ministerio destaca que, aunque la criminalidad convencional ha visto una variación positiva del -1,9% respecto al año 2024, la cibercriminalidad ha aumentado en un 3,4%. Es un recordatorio de que, mientras una parte del crimen parece estabilizarse, las amenazas en línea siguen en ascenso.
La tasa de criminalidad convencional en España se sitúa ahora en 40,6 delitos por cada mil habitantes, uno de los índices más bajos a nivel mundial. Sin embargo, la tasa de cibercriminalidad es de 9,7 delitos por mil habitantes, lo que subraya una preocupación creciente en el ámbito digital.
En un análisis más detallado, los delitos contra la libertad sexual han aumentado un 5,3% respecto a 2024. Aunque este aumento es significativo, se especifica que el porcentaje es ligeramente inferior al de años previos, lo que indica un posible cambio en la percepción social hacia estos delitos, alentando a las víctimas a denunciarlos.
A los 2.655 casos de violación registrados, se suma un contexto de mayores esfuerzos en la concienciación social sobre agresiones sexuales, lo cual puede estar contribuyendo a que un número mayor de personas se sienta segura para dar el paso de presentar denuncias.
En el ámbito del tráfico de drogas, se ha producido un incremento del 0,8% en los delitos relacionados, lo que se explica en parte por las acciones enérgicas de las fuerzas de seguridad, particularmente en regiones estratégicamente sensibles como el Campo de Gibraltar.
A pesar de la caída notable en los homicidios consumados del 8,6%, se ha observado un aumento del 11,6% en los intentos de homicidio y un 4,1% en lesiones graves y riñas tumultuarias. Por otra parte, los secuestros también han experimentado un alza del 5,3%, lo que añade una capa de complejidad a la imagen general de seguridad.
Por último, los datos sobre delitos patrimoniales presentan una disminución considerable; los robos con intimidación han caído un 3,6% y los robos en domicilios han sufrido un descenso notable del 11,9%. Mientras tanto, los hurtos en general han descendido un 3,4% y las sustracciones de vehículos han reducido su número en un 4% respecto al año anterior.
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