
MADRID, 21 de marzo. - La controversia rodea a Edmundo Arrocet después de que emergiera un mensaje de WhatsApp que supuestamente utilizó para poner fin a su relación con María Teresa Campos, a quien estuvo vinculado durante seis años. En medio de la atención mediática, Arrocet se presentó en una ceremonia de premios solidarios en Madrid y decidió enfrentar las acusaciones sobre cómo terminó su historia de amor. Con firmeza, aclaró que no la dejó a través de un mensaje ni se ausentó cuando ella intentó buscarlo tras la ruptura.
El excompañero de Campos insistió en que durante su relación dejó una suma considerable, 40.000 euros, que a su juicio aún no le ha sido devuelta y que su situación está generando tensiones con las hijas de la presentadora, Terelu y Carmen Borrego. Además, reveló que trabaja en sus memorias, que prefiere denominar "recuerdos", y aseguró que varias editoriales han mostrado interés en publicarlas, en contra de lo que se ha estado comentando recientemente.
- “Estamos avanzando, aunque de manera pausada. Aquí no se trata de memoria, sino de recuerdos. A mis 75 años, quiero contar esta parte de mi vida que ha sido distorsionada”, explicó Edmundo ante los medios.
Cuando se le preguntó sobre si ya tenía un contrato editorial, Arrocet afirmó que varias casas editoriales estaban dispuestas a conversar, aunque él prefiera manejar el proyecto en solitario para tener un control total sobre las ventas y las ganancias. “Si edito 1.000 libros, yo los cobro todos. Si son 10.000, también”, dijo con confianza.
Referente a la polémica sobre el supuesto préstamo a Campos, Edmundo fue firme: “Puedo demostrarlo. Si ellos quieren negar la deuda, que se preparen”. Además, abordó otro rumor: que su ex pareja deseaba verlo cara a cara después de la ruptura. Según Arrocet, no hubo intención de evitar esa confrontación; simplemente las circunstancias llevaron a malentendidos.
- “Cuando fui a recoger mis cosas de casa, no estaba. Si realmente quería hablar, podría haber estado allí. Todo esto se ha teñido de misterio”, comentó, mientras intentaba aclarar su versión de los hechos.
Con respecto a las afirmaciones de las hijas de María Teresa, que insinuaron que su comportamiento podría haber sido manipulado para quedar como víctima en la historia, Edmundo respondió: “No tengo que crear ningún escenario. Mi decisión de irme fue clara y no había vuelta atrás. He estado en esto el tiempo suficiente para saber lo que quiero”.
Eludió los rumores sobre su supuesta desaparición, afirmando que su vida es rica en actividades, tanto laborales como familiares. “A menudo me ausento porque tengo otros compromisos, no porque evite enfrentar la situación”, aseguró.
Edmundo concluyó haciendo hincapié en su descontento por haber soportado durante tanto tiempo “tantas mentiras” en relación a su vida personal. “Si algún día te interesa, puedo compartirte los últimos mensajes que intercambié con María Teresa. Ahí podrás entender todo mejor”, añadió.
Finalmente, se le consultó si su obra incluiría menciones sobre las hijas de Campos, a lo que respondió: “No, solo son recuerdos. No tengo nada en contra de ellas, aunque ellas parecen tenerlo conmigo”.
La historia sigue en desarrollo, y las palabras de Edmundo han abierto un nuevo capítulo en este relato lleno de matices y controversias.
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