MADRID, 25 de septiembre. En un reciente comunicado, el Mando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD) reveló que aviones militares estadounidenses interceptaron una formación de cazas y bombarderos rusos cerca de la costa de Alaska. Este incidente se produce en un contexto de creciente tensión, exacerbada por la actividad de drones en el espacio aéreo de Dinamarca, Polonia y Rumanía.

Según la información proporcionada por NORAD, se identificaron dos bombarderos estratégicos Tu-95 y dos cazas Su-35 en la zona de identificación de defensa sobre Alaska. Este espacio aéreo ampliado es donde las fuerzas armadas se encargan de monitorizar el tráfico aéreo con el objetivo de prevenir cualquier amenaza potencial.

En respuesta a la situación, la Fuerza Aérea de Estados Unidos movilizó un destacamento que incluía cuatro cazas F-16, cuatro aviones de reabastecimiento KC-135 y un E-3, un aparato de Boeing que se especializa en alertas tempranas y control aéreo. Estos aviones llevaron a cabo los procedimientos necesarios de identificación e interceptación.

En otra nota de interés, esta semana el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su apoyo a la medida de que los países de la OTAN deben considerar la posibilidad de derribar aviones rusos que crucen su espacio aéreo. Durante un encuentro con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en los márgenes de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, Trump afirmó que es esencial salvaguardar el territorio nacional. Subrayó que la opción de derribar un avión hostil debe estar presente, siempre y cuando se sigan los protocolos establecidos y se emitan las alertas correspondientes.