En un contexto de creciente tensión internacional, Estados Unidos ha afirmado este martes su disposición a implementar "todas" las medidas necesarias para combatir el narcotráfico que proviene de Venezuela. Esta declaración coincide con el reciente despliegue de buques de guerra norteamericanos en la región, mientras que el gobierno de Caracas ha respondido movilizando millones de milicianos en un esfuerzo por asegurar su territorio, alegando la necesidad de un "plan de paz" ante amenazas externas.

Durante una conferencia de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dejó claro que el presidente estadounidense, Donald Trump, tiene una postura firme respecto a Venezuela. "Estamos listos para utilizar todos los recursos a nuestra disposición para combatir la entrada de drogas en nuestro país y para llevar ante la justicia a quienes son responsables de ello", manifestó Leavitt al ser interrogada acerca de la posibilidad de un despliegue militar en territorio venezolano.

Leavitt no escatimó en señalar que el “régimen” liderado por Nicolás Maduro no cuenta con el reconocimiento de la Administración Trump y lo califica como un “cartel narcoterrorista”. Además, enfatizó que Maduro es considerado un líder fugitivo con serias acusaciones de tráfico de drogas en Estados Unidos.

Asimismo, a principios de agosto, el Gobierno de EE. UU. aumentó la recompensa por información que lleve a la captura del presidente venezolano, situándola en 50 millones de dólares (casi 43 millones de euros), un notable incremento desde los 25 millones (más de 21 millones de euros) que se ofrecieron a principios de año.

Washington ha respaldado esta decisión citando las acciones de la Administración de Control de Drogas (DEA), que ha confiscado aproximadamente 30 toneladas de cocaína asociadas con Maduro y sus colaboradores, así como casi siete toneladas directamente relacionadas con el propio mandatario venezolano. Además, se ha informado que la DEA ha logrado incautar más de 700 millones de dólares (casi 600 millones de euros) en activos asociados a Maduro, que incluyen dos jets privados y una flota de vehículos, entre otros bienes.