El FC Barcelona protagonizó un emocionante encuentro al enfrentarse al Partizán Belgrado, logrando una victoria vital con un marcador de 79-87 en la novena jornada de la Euroliga. Este triunfo permite a los catalanes mantener una sólida posición en la cima de la máxima competición de baloncesto europeo, acumulando un total de siete victorias. Sin embargo, el partido no estuvo exento de tensión, ya que, a pesar de haber llegado a estar 23 puntos arriba en el tercer cuarto, los blaugranas sufrieron en un final que se tornó apretado.

El conjunto dirigido por Joan Peñarroya mostró destellos de brillantez durante varios tramos del encuentro, especialmente en la capital serbia. Sin embargo, permitieron que los anfitriones despertaran y creyeran en sus posibilidades de remontar. Un triple crucial de Álex Abrines, seguido de una canasta de Kevin Punter, quien recibió un reconocimiento previo por su pasado en el Partizán, selló en los momentos finales la victoria del Barça, destacándose como uno de los mejores de la noche junto a Jabari Parker y Chimezie Metu.

El inicio del partido tuvo un guion dispar. Mientras que el Partizán comenzó a buen ritmo, imponiendo una intensidad que los llevó a un marcador inicial de 18-11, el Barça no tardó en reaccionar. A medida que avanzaba el segundo cuarto, los visitantes comenzaron a mostrar su potencial, equilibrando el juego con una combinación efectiva de ataque y defensa, lo que les permitió irse al descanso con una ventaja confortante de 35-49.

A pesar de que los locales contaban con algunos jugadores destacados como Isaac Bonga, Carlik Jones y Alexey Pokusevski, el Barça logró desplegar un arsenal ofensivo mucho más variado. Juan Núñez y Tomas Satoransky contribuyeron a abrir el marcador, mientras que Punter y Parker se hicieron notar con sus tiros de tres. A su vez, el entrenador del Partizán, Zeljko Obradovic, mostró su frustración, dirigiendo su enfado más hacia los árbitros que hacia sus jugadores, quienes poco a poco se vieron superados por la defensa del equipo español.

Tras el descanso, el Barça continuó con su dominio, comenzando la segunda mitad con un parcial de 0-8 que les permitió ampliar su ventaja a más de 20 puntos, gracias a un tiro de tres de Abrines que dejó en silencio a Belgrade Arena (35-57). Sin embargo, lo que parecía ser el cuarto que sentenciaba el partido terminó por darle oportunidades al Partizán; estos supieron aprovechar la línea de tiros libres y comenzaron a recortar distancias.

Con el tiempo corriendo a su favor, el Barça se cargó rápidamente de faltas y comenzó a relajarse, lo que generó un ambiente propicio para que los locales buscaran su remontada. La efectividad en el rebote brindó segundas oportunidades al Partizán, mientras que un emotivo tramo final tensó los ánimos en la cancha. En apenas dos minutos restantes, los anfitriones lograron acercarse a un apretado 79-80, lo que encendió las alarmas en el banco del Barça.

La afición estalló en vítores cuando Álex Abrines convirtió un triple crucial desde la esquina, dejando sin respuesta a los jugadores del Partizán. Con el siguiente ataque, Kevin Punter, en un acto de valentía y determinación, sentenció el partido, asegurando el regreso del equipo blaugrana a Cataluña con otro triunfo en el bolsillo. Este resultado es un bálsamo para los catalanes, que ven cómo su capacidad y potencial se manifiestan a pesar de las dificultades, especialmente tras la reciente derrota en la Liga Endesa contra el Río Breogán.

El resultado final, 79-87 a favor del Barça, refleja la lucha intensa que se vivió en la Belgrade Arena, donde las esperanzas del Partizán se vieron frustradas en el último instante. Los quintetos iniciales del encuentro fueron formados por Carlik Jones (17), Brown (10), Bonga (8), Bosnjakovic (6) y Tyrique Jones (6) en el equipo local; mientras que el Barça alineó a Satoransky (2), Punter (18), Abrines (9), Parker (17) y Vesely (12). El partido fue arbitrado por Mogulkoc, Shemmesh y Konstantinovs y se jugó sin eliminaciones en uno de los escenarios más icónicos del baloncesto europeo.