El proceso judicial que rodea al exdiputado Íñigo Errejón sigue avanzando, y este viernes, a las 11.00 horas, se llevará a cabo una importante ronda de declaraciones en relación a las acusaciones de agresión sexual que enfrenta. En esta ocasión, el magistrado Adolfo Carretero interrogará a dos de los organizadores de la fiesta donde supuestamente ocurrió el incidente con la actriz Elisa Mouliaá, así como a uno de los asistentes.

Es notable que los organizadores se conecten por videoconferencia desde Australia, lo que denota la complejidad del caso y la necesidad de adaptar el proceso a las circunstancias de los testigos. Además, el juez ha convocado a los dos taxistas que transportaron a Errejón y Mouliaá aquella noche crucial, con la esperanza de que puedan arrojar luz sobre los detalles que rodearon el evento.

El magistrado había solicitado anteriormente a la defensa de Errejón la entrega de los recibos de los taxis y detalles sobre cómo se requisieron dichos servicios, anticipando la necesidad de interrogar a los chóferes involucrados en la noche de los hechos. Esta solicitud indica una cuidadosa recolección de evidencias por parte de la justicia.

Las novedades más significativas en este caso arribaron en abril, cuando el juez requirió a Errejón y Mouliaá que entregaran sus teléfonos móviles para analizar las comunicaciones que mantuvieron. Aunque la actriz entregó su dispositivo, Errejón decidió esperar a una decisión de la Audiencia Provincial antes de colaborar, lo que ha generado tensiones en el proceso.

La Asociación de Ayuda de Defensa Integral a las Víctimas Especializadas, que actúa como acusación popular en este caso, solicitó al juez que imputara a Errejón por desobediencia debido a su negativa de entregar el móvil. Sin embargo, el magistrado desestimó esta petición, lo que refleja los desafíos y las complejidades que enfrenta la acusación.

Es relevante recordar que tanto Errejón como Mouliaá ofrecieron su declaración ante el juez el 16 de enero, donde la actriz sugirió que podría haber sido drogada y alegó que el exdiputado la tocó sin su consentimiento, describiendo el comportamiento de Errejón como "frío". En contraposición, Errejón confirmó la ocurrencia de los hechos narrados, aunque afirmó que siempre contó con el consentimiento de Mouliaá, sugiriendo que la denuncia podría tener motivaciones económicas.