ROMA, 26 Sep.
El Papa Francisco ha instado a la comunidad católica de Luxemburgo a no caer en la resignación y el resentimiento frente a la secularización de la sociedad, durante su encuentro en la catedral de Notre Dame.
En su segundo discurso en Luxemburgo, el Papa expresó que los cristianos tristes y con caras largas hacen daño a la Iglesia, llamando a la comunidad a aceptar el desafío de redescubrir los caminos de evangelización en fidelidad a los valores de siempre.
Francisco, quien pasó 7 horas en Luxemburgo y realizó una visita sorpresa al centro de la ciudad tras el almuerzo, ha alentado a la Iglesia luxemburguesa a seguir siendo un lugar acogedor para quienes buscan ayuda y hospitalidad.
Recordando las palabras de Juan Pablo II en 1985 sobre la necesidad de una Europa de valores y corazones, el Papa subrayó la importancia de compartir el Evangelio con amor y anunció la importancia de pasar de un enfoque pastoral a uno misionero en la evangelización.
Francisco enfatizó que lo crucial no es hacer proselitismo, sino compartir la alegría del encuentro con Cristo con el mayor número de personas posible, impulsando a la comunidad a crecer y a acoger las contribuciones de todos.
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