
En un contexto cada vez más complejo, el costo de criar a un hijo o hija en España ha experimentado un notable aumento, alcanzando un promedio de 758 euros mensuales en 2024. Este dato, que representa un incremento del 13% en comparación con 2022 y un asombroso 29% respecto a 2018, ha sido revelado en el estudio titulado 'El Coste de la Crianza en España 2024', elaborado por Save the Children.
El informe, que fue divulgado este martes, identifica la inflación como la principal culpable de este desmesurado incremento. Específicamente, los gastos relacionados con la vivienda han subido un 63%, mientras que los de alimentación han crecido un 26%. Más alarmante aún es el impacto desproporcionado que esta inflación tiene sobre las familias con niños, quienes enfrentan una "inflación específica de la crianza" que supera entre un 37% y un 51% la inflación general, según los datos compartidos por la ONG.
Desde Save the Children advierten que las familias con hijos están obligadas a destinar más de la mitad de sus ingresos a cubrir estos gastos. La situación es tan grave que la probabilidad de caer por debajo del umbral de pobreza se incrementa un 70% para aquellos que tienen menores a su cargo. El estudio señala que el 43% de los niños en España viven en hogares que enfrentan "serias dificultades" para hacer frente a gastos inesperados, lo que representa un aumento de 4 puntos porcentuales desde 2022.
Andrés Conde, director general de Save the Children, ha subrayado que la crianza se ha convertido en una carga económica significativa para las familias, especialmente durante la adolescencia, y se ha convertido en un factor de riesgo considerable para la pobreza. A pesar de que la tasa de pobreza relativa en la población general se ha mantenido estable, la situación es mucho más alarmante entre los niños y jóvenes, donde ha aumentado del 27,8% al 28,9% en el último año.
La ONG también ha señalado que es "especialmente preocupante" que la mitad de los 530.000 hogares monoparentales en el país estén en riesgo de caer en la pobreza. Este es el caso de Inma, quien relata cómo su situación la ha llevado a reducir el gasto en alimentos: "Compramos menos cosas cada vez. Pescado pocas veces porque normalmente terminamos yendo a coger la misma bolsa de congelados, ya que el fresco es bueno, pero demasiado caro para comprarlo con frecuencia", comenta la madre.
El hijo de Inma asiste a un instituto que cuenta con aulas especializadas para estudiantes con Trastorno del Espectro Autista (TEA). La madre explica que su hijo necesita mucha ayuda, pero debido a limitaciones económicas, no puede costearle terapias, por lo que ella misma trata de apoyarlo en casa, aunque reconoce que sus capacidades son limitadas.
El informe revela, además, que los gastos corrientes de vivienda han escalado un 63% desde 2022 y un asombroso 153% desde 2018. En términos de acompañamiento a un nuevo miembro de la familia, el costo adicional por vivienda se sitúa en un promedio de 92 euros al mes, sumando un total de 135 euros mensuales que las familias deben destinar solo a este aspecto por cada hijo o hija.
El estudio también muestra que el costo de criar a un niño varía enormemente dependiendo de la etapa de su desarrollo. Desde el nacimiento hasta los 3 años, el gasto mensual promedio es de 609 euros, abarcando principalmente la conciliación (escuelas infantiles), la vivienda y la alimentación. A medida que los niños crecen, estos costos se disparan: entre los 4 y 6 años llegan a ser de 692 euros, mientras que entre los 7 y 12 años alcanzan su punto máximo con 812 euros al mes. Este incremento responde principalmente a la necesidad de adaptaciones en el hogar y a un aumento en las cantidades de alimentos que requieren.
En la adolescencia, de 13 a 17 años, el costo mensual se sitúa en 807 euros. Esta etapa de desarrollo, donde comienzan a socializar más y a utilizar dispositivos tecnológicos, representa un desafío adicional para los hogares que luchan por mantener sus finanzas en equilibrio.
El informe concluye con un fuerte llamado a la acción para que se fortalezcan las políticas públicas que apoyen la crianza, sugiriendo la implementación de una prestación universal por cada hijo o hija a cargo. Esta medida, según Save the Children, podría aliviar significativamente la carga económica que enfrentan las familias, eliminando barreras burocráticas y proporcionando un apoyo constante, sobre todo para aquellos en situaciones más vulnerables.
Andrés Conde ha enfatizado que los próximos Presupuestos Generales del Estado ofrecen una oportunidad crucial para poner en marcha esta prestación, que cuenta con un apoyo amplio entre diferentes fuerzas políticas. Asimismo, la ONG sugiere rediseñar y revalorizar el Complemento de Ayuda para la Infancia (CAPI), con el objetivo de mejorar la asistencia a las familias con hijos adolescentes.
Finalmente, Save the Children insta a que se diseñen políticas de crianza que consideren dinámicas futuras, garantizando su suficiencia y eficacia sin depender de las voluntades políticas del momento. Ante la creciente presión inflacionaria que enfrentan las familias con niños, la ONG plantea la creación de un índice de precios de la crianza que asegure que la compensación por los sobrecostes siempre sea adecuada y cumpla con su propósito original. La situación actual exige una respuesta decidida y efectiva para salvaguardar el bienestar de las futuras generaciones.
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