El gigante del lujo Kering, propietario de marcas como Gucci o Balenciaga, ha reportado una disminución del 62% en su beneficio neto atribuido para el cierre del año 2024, alcanzando los 1.133 millones de euros. A pesar de esta caída, las acciones de Kering han experimentado un aumento del 6,67% en la apertura de la Bolsa de París, tras las declaraciones optimistas del CEO de la compañía, François-Henri Pinault, quien afirma que han alcanzado un punto de estabilización y confía en retomar el crecimiento gradualmente.

En el último ejercicio, Kering registró una facturación de 17.194 millones de euros, un 12,1% menos que el año anterior, con una caída del 11,6% entre octubre y diciembre, alcanzando los 4.390 millones de euros. Las ventas de Gucci disminuyeron un 23%, alcanzando los 7.650 millones de euros, mientras que Yves Saint Laurent experimentó una caída del 9%, llegando a los 2.881 millones, y Bottega Veneta aumentó sus ventas en un 4%, alcanzando los 1.713 millones de euros.

"En un año difícil, aceleramos la transformación de varias de nuestras Casas y avanzamos con determinación para fortalecer la salud y la deseabilidad de nuestras marcas a largo plazo", señaló François-Henri Pinault. "Nuestros esfuerzos deben seguir siendo constantes y estamos seguros de haber llevado a Kering a un punto de estabilización, a partir del cual reanudaremos gradualmente nuestra trayectoria de crecimiento", agregó.

De cara al futuro, en un contexto económico y geopolítico incierto, Kering ha asegurado que continuará implementando su estrategia para lograr un crecimiento rentable a largo plazo, intensificando las iniciativas para apoyar el desarrollo y crecimiento de sus marcas, y aplicando medidas para aumentar la eficiencia, incluyendo un control estricto de los costes, la selectividad de sus inversiones y la gestión de su balance.