Elisa Mouliaá, actriz española, ha vuelto a aparecer públicamente tras una semana de intenso dolor emocional, marcada por la filtración de conversaciones privadas con su amiga de años, Soraya. En su intervención en el programa ‘Y Ahora Sonsoles’, Elisa compartió su angustia y el profundo impacto que esta situación ha tenido en su vida.

Con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos, Mouliaá expresó: “Me siento devastada por la traición de alguien a quien consideraba mi mejor amiga. Ella fue fundamental en mi vida, gracias a ella tengo a mi hermosa hija. Sin embargo, en lugar de buscar diálogo, decidió actuar con rencor”. Además, la actriz no dudó en revelar que posee evidencia de que Soraya, junto a su pareja Borja, estaba en contacto con la defensa de Íñigo Errejón desde un inicio, lo que manifiesta una clara falta de lealtad por parte de quien consideraba su confidente.

Elis ha estado lidiando con un proceso judicial tras sufrir un episodio de abuso por parte de Errejón, y en la entrevista recordó su primera cita con el político: “Me atrajo su discurso y sus principios, pero con el tiempo me doy cuenta de la hipocresía en ambos lados de esta historia. Lo que sentí durante nuestra conversación fue completamente diferente a lo que esperaba, no hubo química”. Refiriéndose a las conversaciones que mantuvo con amigas justo después del incidente, Elisa admitió estar “asqueada y decepcionada” por el comportamiento de Errejón, quien mostró una actitud que consideró no solo inapropiada, sino también rencorosa.

En medio de su angustia, Elisa también abordó su situación personal, manifestando sentirse abandonada por las instituciones y partidos que en algún momento la respaldaron. Habló sobre sus relaciones pasadas, señalando: “Hoy tengo a alguien que de verdad me apoya, pero he estado en relaciones tóxicas y maltratadoras. Es cierto que las mujeres que hemos pasado por situaciones de violencia solemos tener un perfil psicológico particular”. Durante la charla, no dudó en abrirse sobre sus experiencias de maltrato en su adolescencia y una posterior relación destructiva, dejando en claro que su camino hacia la sanación es un proceso continuo.