El mundo de la peluquería y la moda ha perdido a uno de sus referentes más importantes. Lluís Llongueras ha fallecido a los 87 años de edad dejando un vacío en la industria y un legado imborrable.

Llongueras nació en Barcelona en 1936 y se convirtió en un icono de la peluquería y el estilismo. Su estilo vanguardista y enfoque innovador le permitió revolucionar la forma de entender la peluquería, rompiendo esquemas y apostando por técnicas y estilos audaces.

A lo largo de su carrera, su visión creativa y habilidad para adaptar las tendencias de la moda a la peluquería lo convirtieron en una figura respetada y reconocida en su país de origen y en todo el mundo.

Desde temprana edad, Llongueras mostró su pasión por el arte capilar y a los 14 años empezó a trabajar como ayudante de peluquería en Can Dalmau, donde su talento comenzó a brillar y su carrera despegó hacia lo más alto.

En 1958, se estableció en Barcelona con su propio negocio, desde donde se expandió a diversas ciudades del mundo. En 1972, abrió el primer salón de peluquería unisex de España y creó diversas franquicias en academias y establecimientos de peluquería.

Pero Llongueras no se limitó a la peluquería. Su carácter polifacético lo llevó a explorar diferentes disciplinas artísticas, ganándose una fama inmensa en cada una de ellas. Como escultor, fotógrafo, escritor y pintor, dejó una huella única y extraordinaria.

Entre sus destacadas colaboraciones, se encuentra su trabajo junto al célebre artista surrealista Salvador Dalí. Juntos, crearon una obra monumental: una gigantesca peluca que actualmente se exhibe en la habitación dedicada a Mae West en el Teatro-Museo Dalí de Figueras.

A lo largo de su carrera, Llongueras dejó su marca en numerosas pasarelas y revistas de moda, colaborando con diseñadores de renombre y trabajando con celebridades y personalidades influyentes.

Además de su contribución en el ámbito de la peluquería, Lluís Llongueras también se destacó por su labor filantrópica. Su fundación, la Fundación Llongueras, ha desarrollado proyectos sociales y educativos, brindando apoyo a personas en situación de vulnerabilidad y promoviendo la formación y el desarrollo profesional en el campo de la peluquería.

La noticia de su fallecimiento ha generado una gran tristeza y conmoción en la industria de la belleza y entre aquellos que lo admiran. Llongueras deja un legado visionario y será recordado como un maestro en su oficio.