La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha denunciado el sábado que el único objetivo del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, es "destruir" el modelo de ciudad que comanda la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y está dispuesto a entregar sus votos al PSC y Junts en Barcelona.

Díaz ha solicitado que se concentre el voto progresista en la candidatura de la regidora para demostrar que tanto Jaume Collboni (PSC), como Xavier Trias (Junts) y el resto de candidatos "no tienen proyecto", y que únicamente están dispuestos a terminar con la gestión de Colau. Según Díaz, la dirección que siguen es la política del no, de la destrucción y la política de la derecha, que es no proponer nada y solo derrotar al adversario.

En un acto de campaña para apoyar a Colau junto a las eurodiputadas Sira Rego y María Eugenia Rodríguez Palop, Díaz ha resaltado la importancia de estas elecciones porque está en juego el modelo de ciudad en Barcelona. Ha cuestionado que el resto de "hombres candidatos" están dispuestos a terminar con todos los logros conseguidos en la anterior legislatura.

Díaz ha alertado de la coincidencia extraña entre los rivales de Colau y Feijóo, ya que el único objetivo que tienen es derrotar a la alcaldesa y terminar con su modelo de gestión. Según la vicepresidenta, Feijóo tiene claro lo que representa PSC y Junts en Barcelona y está dispuesto a "entregar" los votos del PP a Collboni y a Trías.

Díaz ha ensalzado la labor de Colau en la ciudad condal y la ha descrito como la verdadera opción progresista en Barcelona, dado que hace "municipalismo" desde abajo. Ha pedido recordar cómo eran antes las políticas que se hacían hasta su llegada, y ha subrayado cómo ha colocado de nuevo a Barcelona en el mundo y ha convertido a la ciudad en la del país con mayor inversión social por habitante.

Por lo tanto, Díaz ha criticado al resto de candidatos porque no tienen un proyecto de ciudad y ha dejado claro que no se puede gobernar Barcelona sin uno. Además, ha recalcado que el modelo de urbanismo de sus rivales le da "causa vergüenza", mientras que otras ciudades internacionales miran e imitan las políticas de Colau.