Francia implementa un ajuste económico de 44.000 millones: congelación de pensiones y eliminación de dos días festivos.

En un acto significativo celebrado en Madrid el 15 de julio, el primer ministro de Francia, Francois Bayrou, presentó un ambicioso plan de ajuste presupuestario ante un auditorio que incluía tanto a miembros del Gobierno como a representantes de la oposición. Esta estrategia busca ahorrar la asombrosa cifra de 43.800 millones de euros para reducir el déficit del país. Sin embargo, esta medida se enmarca dentro de un contexto en el que también se prevé un aumento del gasto en defensa, lo que podría afectar aún más a las finanzas públicas.
Bayrou abrió su intervención recordando que han pasado cinco décadas desde que Francia disfrutaba de un presupuesto equilibrado. "Nos hemos acostumbrado al déficit", lamentó, refiriéndose a las crisis que han asolado a naciones como Grecia, Portugal, Italia y España en la última década. "Nunca debemos olvidar lo que les ocurrió a ellos", enfatizó, planteando un fuerte llamado a la reflexión sobre la situación actual de Francia, que carga con una deuda de más de 3,3 billones de euros, equivalentes a casi el 114% de su PIB.
El primer ministro advirtió que, si no se toman medidas pronto, el coste de los intereses de la deuda pública podría ascender a 100.000 millones de euros para el año 2029, convirtiéndose en la mayor parte del presupuesto estatal. "Este es nuestro momento de la verdad", dijo, sugiriendo que la acumulación de deuda puede ser una "maldición" para las familias y empresas del país.
En un tono claro y determinado, Bayrou pidió una acción rápida y justa ante la nueva realidad geopolítica y el repunte de tensiones militares en Europa. Aseguró que se destinarán 3.500 millones de euros adicionales en inversiones para fortalecer la capacidad defensiva nacional en los próximos años.
El plan de Bayrou no es una medida aislada; se trata de un enfoque multisectorial que pretende equilibrar las cuentas públicas en un plazo de cuatro años, desde 2026 hasta 2029. “Nuestro compromiso es claro: detener el aumento de la deuda en ese periodo”, afirmó, con el objetivo de reducir el déficit al 5,4% del PIB para el 2025 y alcanzar un umbral de 2,8% en 2029, lo que podría estabilizar las finanzas del país.
El primer paso para llevar este plan a la práctica será en 2026, año en el que se espera que el déficit anual no supere el 4,6% del PIB. Bayrou subrayó la regla fundamental de no permitir que los gastos de 2026 sean mayores a los de 2025, a excepción del aumento de la carga de la deuda y del gasto militar.
Con el fin de cumplir estos objetivos, el Gobierno considerará atrasar ciertos proyectos y reducirá 3.000 empleos en el sector público. Además, se auspiciará una mayor eficiencia en el sistema de salud, que incluye la revisión de precios de medicamentos y equipos. Bayrou enfatizó que esto se hará sin recortar salarios ni pensiones, buscando un equilibrio que no conduzca a una recesión.
El primer ministro también hizo hincapié en la importancia de un “año en blanco” en 2026, donde no se incrementarán las prestaciones, lo que significa que las pensiones permanecerán sin cambios respecto a 2025. Este esfuerzo colectivo, según él, debe involucrar a todos los franceses.
Bayrou también anunció una intensificación de la lucha contra el fraude fiscal, ya que en 2024 se detectaron casi 17.000 millones de euros en casos de fraude, pero solo se recuperaron 11.000 millones. La creación de una contribución solidaria de las rentas más altas también fue un tema clave en su discurso, con el objetivo de hacer que todos contribuyan al esfuerzo nacional con equidad.
Más allá de las medidas de austeridad, el primer ministro anunció acciones para impulsar la actividad y productividad en Francia. "Reducir el déficit presupuestario al 3% es una prioridad, pero también debemos fortalecer nuestra base productiva y apoyar a nuestras empresas", subrayó.
Bayrou propuso la eliminación de dos días festivos nacionales, como el Lunes de Pascua y el 8 de mayo, como parte de un intento de "reconciliar" a Francia con el trabajo y así contribuir al presupuesto estatal. Sin embargo, dejó claro que está abierto a considerar otras alternativas si surgen ideas adicionales.
Finalmente, con la intención de aumentar la tasa de empleo, especialmente entre jóvenes y personas mayores, se prevé la negociación de un nuevo proyecto de seguro de desempleo y una revisión de las condiciones laborales. "Debemos eliminar los obstáculos que impiden a muchos acceder al mercado laboral", concluyó Bayrou, reforzando la idea de que la participación de todos es esencial en este proceso transformador.
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