El líder de la trama Gürtel, Francisco Correa, ha recibido el tercer grado por orden del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, por su "actitud distanciada de un posible quebrantamiento ante la posibilidad de nuevas condenas". Su comportamiento desde su libertad provisional demuestra una evolución positiva, por lo que el juez ha concedido la progresión de grado del reo. Fuentes jurídicas han confirmado a Europa Press que, tras su salida de la cárcel, el cabecilla de la trama trabajará en un medio de comunicación.

Desde que Correa entró en prisión en 2009, el límite máximo de condena que ha fijado la justicia ha sido de 18 años en prisión, y el cabecilla de la trama acumula 105 años y 7 meses de prisión. El líder empresarial ha sido condenado por los trabajos de Gürtel en Boadilla del Monte, por la visita del Papa, por la financiación del PP valenciano y por los asuntos de la trama en Jerez y por los contratos con AENA. Además, el Supremo ha confirmado ya 51 años de prisión por la primera época de Gürtel. Por otra parte, Correa está siendo juzgado actualmente por las presuntas irregularidades en la adjudicación a Orange Market del contrato para el expositor valenciano de la edición de Fitur 2009, así como por la presunta trama de blanqueo y por la pieza de Arganda de la propia Gürtel.

El juez de Vigilancia Penitenciaria ha hecho un repaso por algunas variables, como la gravedad delictiva, para adoptar esta decisión. Destacando la evolución del penado, el juez ha subrayado que Correa "ha asumido su responsabilidad penal y civil, ha colaborado con la administración de justicia y ha disfrutado de permisos de salida, sin incidencias". A la antigüedad de los hechos delictivos se añade, según el magistrado, que "difícilmente se darán en un futuro las circunstancias en las que se produjo la actividad delictiva por la que ha resultado condenado".

Por último, el juez también ha referido a los procesos pendientes, señalando que el penado tiene una limitación de condena de 18 años de prisión, y ha añadido que su "comportamiento desde su situación de libertad provisional" reafirma "una actitud distanciada de un posible quebrantamiento ante la posibilidad de nuevas condenas". Por todo ello, y a pesar de la gravedad de los delitos, el líder de la trama Gürtel ha recibido el tercer grado y empezará a trabajar en un medio de comunicación en cuanto salga de prisión.