Gabilondo invita a legisladores a discutir la situación de la vivienda en la Cañada Real para confrontar la realidad del chabolismo.
El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha cuestionado la idea de que la okupación sea un problema descontrolado en España y ha hecho un llamado urgente para incrementar la oferta de vivienda pública. Durante su intervención en el Congreso, Gabilondo destacó que hay un número creciente de quejas relacionadas con desahucios, subrayando que la verdadera crisis vivienda está en la falta de acceso a ella.
En un acto significativo, Gabilondo propuso trasladar el debate sobre vivienda a la Cañada Real Galiana, un lugar emblemático que refleja las graves realidades de quienes no tienen hogar o que enfrentan condiciones de vida indignas. "Discutamos donde realmente importa, en un lugar que evidencie la falta de vivienda", sugirió, ofreciendo una perspectiva directa sobre la problemática que se discute desde las instituciones.
Durante su comparecencia ante la Comisión Mixta de Relaciones con el Defensor del Pueblo, el defensor enumeró las preocupaciones actuales respecto a la vivienda, en respuesta a inquietudes planteadas por el Partido Popular. Gabilondo hizo énfasis en la necesidad de un "aumento significativo" de vivienda pública, especialmente de alquiler, para atender la creciente demanda social.
El Defensor del Pueblo señaló que la percepción de la okupación como un fenómeno fuera de control no se sostiene en los datos. Al revisar las estadísticas sobre desalojo, destacó que las sentencias han ido disminuyendo en los últimos años, lo que indica una estabilización en este aspecto. Según su análisis, el número de juicios por impago de renta ha caído notablemente, refutando así los miedos exagerados que algunos quieren propagar.
Gabilondo también hizo una distinción clara entre lo que constituye un allanamiento de morada y la simple morosidad en el pago del alquiler. Aclaró que el no pago de rentas no debería ser visto como un delito, abogando por un enfoque más comprensivo respecto a la situación económica que enfrentan muchos inquilinos en el país.
El Defensor del Pueblo argumentó que el verdadero foco de preocupación para los ciudadanos es el acceso a una vivienda digna, más que la okupación en sí misma, que solo afecta a un pequeño porcentaje de la población. Con datos recientes, Gabilondo informó que las denuncias por usurpación son mínimas en comparación con el total de viviendas existentes en España.
Con más de 200 quejas sobre desahucios registradas en 2024, en contraste con un número significativamente menor de quejas sobre okupación, Gabilondo insistió en la necesidad de atender primero las demandas sociales que afectan a la mayoría de la población, en lugar de centrarse en discursos polarizados. Este análisis refuerza su petición de no simplificar la situación en categorías de "buenos" y "malos".
Al abordar las posibles soluciones a la crisis de vivienda, Gabilondo enfatizó la importancia de aumentar la oferta de vivienda pública de alquiler y asegurar que estos recursos sean preservados y gestionados adecuadamente por las autoridades. También sugirió la necesidad de programas de asistencia para el pago de alquileres, que aliviarían la carga económica sobre las familias más vulnerables.
Finalmente, Gabilondo describió la suspensión de desahucios como un "drama social y humano" y pidió a las instituciones que enfoquen sus esfuerzos no solo en medidas temporales, sino en crear alternativas y soluciones permanentes que eviten la necesidad de tales acciones en el futuro. Su mensaje es claro: abordar la crisis habitacional desde la raíz es esencial para construir un futuro más justo y equitativo para todos.
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