
MADRID, 21 de agosto. - La reciente sesión de fotos de Bertín Osborne y Gabriela Guillén, en la que presentan a su hijo David, de un año y medio, en la portada de la revista '¡Hola!', ha generado un torbellino de opiniones y críticas hacia el presentador. Ante las acusaciones de que su decisión estuvo motivada por razones económicas, Bertín expresó su descontento en una entrevista con 'YAS Verano', aclarando que no ha recibido pago alguno por esta exclusiva. Defendió que su intención es hacer justicia y mostrar afecto hacia la publicación, que ha sido testigo de los momentos clave de su vida. Además, subrayó su deseo de que su hijo no se sienta oculto, como sus otros hijos: Alejandra, Eugenia, Claudia, Kike y Carlos.
Gabriela Guillén también intervino a última hora del miércoles para defender, tanto a Bertín como su decisión conjunta de mostrar públicamente a su pequeño. Con voz serena, afirmó que la prioridad es el bienestar de su hijo, y que no hay ningún trasfondo negativo en su elección. “Nadie ha forzado esta decisión; fue un acuerdo entre nosotros. Lo que buscamos es normalizar nuestra relación familiar”, comentó Gabriela, visiblemente sorprendida por la controversia que ha surgido alrededor de su fotografía.
Destacó que el objetivo era simple: Romper el estigma de tener un niño escondido. Sin embargo, Gabriela enfatizó que este acto no implica que ella haya perdonado a Bertín por su comportamiento pasado: “No soy quien para perdonar a nadie; lo hago por el bien de nuestro hijo". Además, afirmó que nunca hablaría mal de él y que aunque prefiere el silencio, no permitirá que se propague información errónea sobre su relación.
Gabriela explicó que, aunque ella reside en Madrid y Bertín en Sevilla, se asegurará de que lo que decidan no será de dominio público. Con un tono cauteloso, no quiso pronunciarse sobre si considera que Bertín es un buen padre: “Cada uno debería hacerse su propia valoración”. A pesar de sus reservas, expresó su felicidad porque David haya posado junto a su padre, haciendo hincapié en la importancia de normalizar su vínculo como padre e hijo. “David está encantado, y no hay más que discutir sobre eso”, concluyó Gabriela, insistiendo en dejar atrás las disputas del pasado.
“Lo que tenga que decirle a Bertín lo haré en privado, como siempre lo hemos hecho. Estamos bien y mejoraremos si no se sobreinterpreta lo que hemos querido comunicar”, añadió. En un tono más íntimo, dejó entrever que las fotos capturadas en la revista no son las únicas que han tomado, pero eso queda en el ámbito privado. “Mi prioridad es el bienestar de David”, enfatizó Gabriela, cerrando la conversación con un emotivo: “Mi hijo es todo para mí”.
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