24h España.

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Galindo, sociólogo, aboga por priorizar el acceso a la vivienda en lugar de castigar a quienes acaparan propiedades.

Galindo, sociólogo, aboga por priorizar el acceso a la vivienda en lugar de castigar a quienes acaparan propiedades.

La necesidad de tres millones de viviendas en la próxima década se ha convertido en un tema crucial para abordar el creciente número de hogares en España. Esta cifra alarmante fue destacada por Jorge Galindo, sociólogo y director del Centro de Políticas Económicas de Esade, en su reciente obra "Tres millones de viviendas", donde argumenta a favor de la activación del stock de vivienda en lugar de su mera acumulación.

Galindo, quien ha investigado a fondo las políticas urbanas y sociales en Europa del sur, ofreció una entrevista a Europa Press en la que expone su rechazo hacia la acumulación de propiedades. Reconoce que la concentración de vivienda podría tener algunos aspectos positivos si se gestiona a través de entidades que se dediquen al alquiler a largo plazo, pero advierte sobre los peligros de la propiedad dispersa e improductiva.

Según el autor, el sistema actual de alquiler en España está fragmentado. Galindo señala que existen países donde la propiedad de viviendas en alquiler está más concentrada y no sufren los mismos problemas que enfrenta el mercado español. Para él, la clave radica en generar incentivos impositivos que favorezcan a quienes buscan adquirir su primera vivienda, mientras se penaliza a aquellos que compran únicamente para mantener sus propiedades desocupadas.

Su propuesta se basa en dos reformas fiscales que busquen equilibrar el acceso a la vivienda y limitar la tenencia improductiva, enfatizando que el uso de la vivienda es más importante que la simple acumulación. Para Galindo, esto debería transformar el enfoque del debate, alejándolo de una perspectiva de suma cero hacia un modelo que plantee soluciones concretas para la construcción de viviendas.

En este sentido, destaca la necesidad de diversificar la oferta habitacional: "Requerimos todo tipo de viviendas, desde las públicas hasta las privadas, sin olvidar las destinadas a la venta o al alquiler", apunta. El sociólogo subraya que la actual escasez es insostenible y requiere una respuesta integral.

Galindo también enfatiza que la situación actual es diferente a la de antes de 2008. En lugar de una burbuja de crédito, hay escasez de financiamiento fácil y accesible para promotores y futuros propietarios. A su juicio, las reformas posteriores a la crisis han cambiado la dinámica del mercado y reducido los riesgos de una nueva burbuja.

Para él, fomentar la construcción y permitir su desarrollo es fundamental para enfrentar las desigualdades entre generaciones. La falta de nuevas construcciones, dice, transmite el mensaje de que solo aquellos con fortuna heredada pueden acceder a un hogar. Esta situación genera un ciclo de desigualdad que se manifiesta en brechas de clase, ya que la mayoría de las propiedades que cambian de manos son de segunda mano.

El sociólogo también critica a la administración pública, señalando que muchos planes de construcción se estancan en una burocracia excesiva. En este contexto, Galindo ve potencial en el silencio administrativo positivo que propone la reforma de la Ley del Suelo, actualmente en el Congreso, que podría facilitar la aprobación de proyectos urbanísticos al evitar que el silencio de las autoridades frene iniciativas necesarias.

Además, Galindo sugiere que es vital revisar el poder que se otorga a la paralización de proyectos por motivos judiciales o administrativos, ya que muchas iniciativas se ven atrapadas en este entramado burocrático. La falta de agilidad en el proceso de desarrollo urbano no solo afecta a proyectos individuales, sino que perpetúa la crisis habitacional que atraviesa el país.