En un movimiento notable que resalta su compromiso con la manufactura nacional, General Motors (GM) ha decidido destinar 888 millones de dólares (equivalente a 783 millones de euros) a su planta de propulsión en Tonawanda, Nueva York. Esta inversión está orientada a impulsar la producción de la revolucionaria sexta generación de motores V-8, que serán utilizados en camiones y todoterrenos de tamaño completo de la marca.

La nueva gama de motores promete no solo mejorar el rendimiento en comparación con los modelos actuales, sino que también se prevé que contribuya a una reducción significativa en el consumo de combustible y las emisiones contaminantes, alineándose así con las crecientes demandas de sostenibilidad en la industria automotriz.

Este anuncio marca un hito para la compañía, ya que constituye la inversión más grande jamás realizada por GM en una planta de motores. Con esto, Tonawanda se posiciona como la segunda instalación de propulsión de la empresa en producir esta innovadora generación de motores.

Mary Barra, presidenta y CEO de GM, destacó la relevancia de esta inversión, subrayando el compromiso de la compañía con el fortalecimiento de la manufactura en Estados Unidos y el apoyo a los empleos locales. “Nuestra importante inversión en la planta de Tonawanda es un testimonio de nuestra dedicación a la fabricación americana y al bienestar de la comunidad”, sostuvo Barra.

La inyección de capital no solo se destinará a la adquisición de maquinaria y herramientas de última generación, sino que también permitirá la modernización de las instalaciones. A su vez, la planta seguirá produciendo la quinta generación del motor V-8 mientras se preparan para el arranque de la producción de la nueva línea en 2027, según lo indicado por la representación de UAW Local 774.

“Estamos entrando en una etapa emocionante para nuestra planta”, afirmó Tara Wasik, directora de la instalación de Tonawanda. “A lo largo de los años, nuestro equipo ha demostrado un compromiso inquebrantable con la calidad en la manufactura. Agradecemos la oportunidad de seguir contribuyendo a la comunidad del oeste de Nueva York y estamos decididos a ofrecer sistemas de propulsión de primer nivel a nuestros clientes”, concluyó Wasik.