En Madrid, el 18 de diciembre, se ha dado a conocer una decisión relevante por parte del consejo de administración de Gestamp, una destacada empresa del sector industrial. La compañía ha aprobado la distribución de un dividendo en efectivo correspondiente a los resultados proyectados para el ejercicio 2024. Este dividendo se fijará en 0,04835 euros brutos y se realizará a través de CaixaBank, con la fecha de abono programada para el 14 de enero de 2024.

La compañía ha comunicado este hecho a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), especificando que sobre el monto bruto estipulado se aplicará la retención fiscal pertinente, tal como es habitual en estas operaciones. Este paso no solo refleja la gestión financiera de Gestamp, sino que también tiene implicaciones para los accionistas que recibirán este ingreso.

Es importante tener en cuenta las fechas referidas al proceso de negociación de acciones en relación al dividendo. Las acciones de Gestamp serán negociadas sin derecho a este dividendo ('ex date') a partir del 10 de enero de 2024. Además, el 13 de enero se definirá quiénes son los titulares registrados que tienen derecho a recibir el dividendo ('record date'), y finalmente, el pago se llevará a cabo el 14 de enero.

Sin embargo, a pesar de esta distribución de dividendos, la situación económica de Gestamp presenta desafíos evidentes. La empresa ha reportado un beneficio neto de 126,8 millones de euros en el periodo de enero a septiembre de este año, lo que representa una caída del 43,7% en comparación con los 225,3 millones obtenidos en el mismo período de 2023. Este retroceso se produce en un contexto de incertidumbre y volatilidad, sumado a un marcado descenso en la producción de vehículos a nivel global.

Por otra parte, el volumen de negocio de Gestamp también ha mostrado una ligera contracción. En el intervalo mencionado, la empresa alcanzó unos ingresos de 8.927 millones de euros, lo que representa una disminución del 1,6% en comparación con el mismo lapso del año anterior. Estos datos subrayan los retos que enfrenta la industria en general y sugieren que las condiciones del mercado aún son difíciles, afectando el desempeño de las empresas que operan en este sector clave de la economía.