
En un contexto de creciente tensión entre grandes tecnológicas y reguladores europeos, Google ha hecho eco de sus preocupaciones respecto a la Ley de Mercados Digitales (DMA). La compañía ha afirmado que esta legislación está ocasionando "daños significativos e involuntarios" a los usuarios en Europa, señalando la necesidad de ajustes en los marcos regulatorios para potenciar realmente el desarrollo de los mercados digitales, en lugar de amenazar la seguridad y la calidad de los servicios tecnológicos más recientes.
Casi un año después de la implementación de la DMA, que comenzó a regir en marzo de 2022 con la intención de limitar el dominio de las empresas digitales más influyentes y garantizar una competencia más justa, la Comisión Europea ha convocado una consulta pública. Esta tiene el objetivo de evaluar los efectos de la ley hasta el momento, generando un debate necesario en el ecosistema digital.
En una línea similar, Apple había expresado anteriormente su preocupación, asegurando que la normativa afecta negativamente la experiencia de sus usuarios europeos. La empresa destacó que, como resultado de la DMA, se están viendo forzados a implementar "cambios preocupantes" en la manera de diseñar y ofrecer sus productos, además de relatar retrasos en la implementación de nuevas funcionalidades debido a las exigencias de abrir sus sistemas a dispositivos de terceros.
Google se ha alineado con esta postura, informando a la Comisión Europea sobre las repercusiones percibidas de la DMA. Según el gigante tecnológico, la ley no solo perjudica a los usuarios, sino que también va en contra de las pequeñas empresas que, se suponía, debía proteger.
Uno de los puntos cruciales que ha planteado Google es que la DMA ha modificado la manera en que su herramienta de búsqueda opera. La normativa ha llevado a que la Búsqueda de Google deje de presentar enlaces directos a páginas útiles de aerolíneas y hoteles, en su lugar, prioriza sitios intermediarios que cobran por dicha inclusión, lo que eleva los costos para los usuarios y complejo el acceso a información útil y relevante.
De acuerdo con Google, esta situación no solo incrementa los precios para los consumidores, sino que también disminuye el tráfico hacia las empresas y complica la búsqueda de información clara y fiable, tal como señala en un comunicado oficial.
El gigante de la tecnología critica que la ley en cuestión beneficia a un grupo selecto, desviando la atención hacia intermediarios comerciales a expensas de las pequeñas y medianas empresas que desearían vender directamente a sus clientes.
Además, Google ha indicado que la DMA plantea desafíos a la protección de los usuarios en su plataforma Android, ya que esta normativa obliga a disminuir las medidas de seguridad que estaban diseñadas para proteger a los usuarios de estafas y enlaces perjudiciales.
Al recordar las diferencias entre sus sistemas operativos, Google ha señalado que, a diferencia de iOS, su plataforma Android está abierta por diseño, permitiendo que los usuarios descarguen aplicaciones de diversas fuentes. Sin embargo, este modelo abierto, que ha incentivado la innovación en Europa, ahora se encuentra en peligro debido a las nuevas regulaciones.
Google también hizo un llamado a la importancia de seguir impulsando la innovación y el desarrollo de productos en Europa, un objetivo que, según su perspectiva, se ve entorpecido por la incertidumbre regulatoria y las cargas que esta ley impone, retrasando el lanzamiento de avances, incluyendo los últimos desarrollos en inteligencia artificial.
La compañía indicó que, aunque han estado implementando cambios proactivamente en cumplimiento de la DMA, estos retrasos afectan tanto a consumidores como a empresas europeas que merecen acceso a tecnología de vanguardia.
Finalmente, Google subrayó que las empresas están lidiando con una "considerable incertidumbre e imprevisibilidad" debido a la superposición de regulaciones nacionales y casos judiciales, lo que contradice el propósito de la DMA de establecer normas estandarizadas en toda la Unión Europea. La empresa concluyó su declaración solicitando que la próxima aplicación de la normativa sea centrada en el usuario y coherente, asegurándose de que beneficie a empresas y consumidores por igual.
Por último, Google enfatizó que el cumplimiento de la DMA debería contribuir a la mejora de los mercados digitales, sin comprometer ninguna de las garantías relacionadas con la seguridad, calidad e integridad de los servicios ofrecidos.
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