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Greenpeace inicia campaña en Madrid con pancarta que clama: "El cambio climático es un asunto de vida o muerte".

Greenpeace inicia campaña en Madrid con pancarta que clama:

En un acto contundente que se lleva a cabo en la Plaza de España de Madrid, activistas de Greenpeace han desplegado una monumental pancarta de 140 metros cuadrados que lleva el significativo mensaje: "Frenar el cambio climático salva vidas". Junto a esta impactante visual, se ha añadido un gran crespón negro en memoria de todas las víctimas de la Depresión Atmosférica Aislada (DANA). Esta acción no es solo una declaración, sino un llamado a la acción que coincide con el inicio de la 29ª Conferencia de las Partes del Convenio de Cambio Climático de Naciones Unidas (COP29) en Bakú, Azerbaiyán.

Con esta manifestación, Greenpeace subraya la urgencia de que las devastadoras consecuencias del cambio climático impulsen una respuesta política adecuada, especialmente en un contexto tan crítico como el de la Cumbre del Clima, donde se espera que los líderes mundiales forjen acuerdos significativos antes de que la conferencia finalice el próximo 22 de noviembre.

La organización ecologista ha alertado sobre la alarmante realidad que presenta la crisis climática, evidenciada por el aumento en la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos. Según los científicos, la región del Mediterráneo será particularmente afectada, ya que sus altas temperaturas lo convierten en un verdadero foco de riesgo para tormentas de magnitudes inusitadas. En este sentido, Greenpeace advierte que las "impactantes consecuencias de la DANA resaltan la necesidad inmediata de que los municipios se adapten y prevengan los efectos de estos fenómenos climáticos cada vez más extremos".

Desde la perspectiva de Greenpeace, la única estrategia realmente efectiva para combatir el cambio climático es un cese gradual y definitivo de la dependencia de los combustibles fósiles. La organización aboga por erradicar completamente el carbón, el petróleo y el gas, promoviendo, en cambio, la implementación de energías renovables eficientes y un uso más responsable y consciente de los recursos energéticos.

Pedro Zorrilla, representante de Greenpeace España en la COP29, ha enfatizado que "el cambio climático ha impactado con dureza a comunidades como la de Valencia. Si no tomamos medidas decisivas, estos eventos se repetirán. La DANA, que permanecerá en nuestra memoria, debe marcar un antes y un después en nuestra comprensión de la emergencia climática, tal y como la ciencia ha estado advirtiendo durante años".

Zorrilla también ha señalado que "la acción climática no solo implica fomentar la transición energética, sino, sobre todo, priorizar la protección de la vida humana por encima de los intereses económicos de las empresas de combustibles fósiles. Estas deben ser responsables de las consecuencias de la emergencia climática que han contribuido a crear, ya que cada tonelada de CO2 que no reduzcan significará más vidas en riesgo”.

En su mensaje, Greenpeace exige a los gobiernos que se comprometan a aumentar significativamente la financiación pública destinada a los países del Sur Global, facilitando la adaptación y mitigación ante el cambio climático, así como el reconocimiento y compensación por las pérdidas y daños sufridos. Asimismo, la organización demanda la eliminación progresiva y justa de las subvenciones a los combustibles fósiles y la implementación de impuestos verdes que graviten sobre la industria petrolera, el gas y otros grandes contaminadores. La meta es alcanzar un compromiso real para desvincularse de los combustibles fósiles, limitando el calentamiento global a un máximo de 1,5 °C.

Finalmente, Greenpeace considera vital que en la COP29 se establezcan regulaciones claras que controlen la influencia de los lobbies del petróleo y que se regulen los mercados de carbono, asegurando así la protección y restauración de los ecosistemas con alta concentración de carbono.

Además, la organización interpreta el actual clima de unidad social frente a esta crisis global como una oportunidad propicia para exigir que las grandes corporaciones, que siguen reportando ganancias crecientes, contribuyan de manera justa, aplicando el principio de "quien contamina paga". Greenpeace solicita al Gobierno que institucionalice estas medidas de manera estructural, obligando a empresas contaminadoras, como Repsol, a asumir las responsabilidades por las pérdidas y daños que sus emisiones generan.

El coordinador de la campaña contra los combustibles fósiles de Greenpeace, Francisco del Pozo Campos, ha expresado su preocupación: "Mientras el mundo debate en la COP sobre si las empresas fósiles deben asumir la carga de la acción climática, en España esas mismas corporaciones se sienten tan influyentes que buscan presionar al Gobierno, amenazando con retirar inversiones y, con ello, intentar cancelar un impuesto que mínimamente compensa y protege a la ciudadanía frente a sus exorbitantes beneficios”. Del Pozo ha concluido haciendo un llamado claro: "Exigimos que, tanto en la COP como en nuestro país, se priorice la protección de la vida y los derechos de los ciudadanos por encima de los intereses económicos de los combustibles fósiles".