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Impacto de Fiat en la fábrica más antigua de Europa despierta temores en Turín.

Impacto de Fiat en la fábrica más antigua de Europa despierta temores en Turín.

Madrid 20 Oct.

La ciudad de Turín, conocida por ser uno de los centros neurálgicos de la industria automovilística europea desde que se inauguró la fábrica de Mirafiori de Fiat en 1939, está experimentando una crisis profunda debido a los desafíos que enfrenta el sector de la automoción en la actualidad.

Turín ha estado estrechamente vinculado a Fiat, la emblemática marca italiana de automóviles, desde que los Agnelli decidieron aventurarse en la industria de los vehículos hace más de un siglo. Actualmente, la fábrica de Mirafiori, que emplea a más de 2.800 personas, se enfrenta a dificultades debido a la baja demanda de coches eléctricos en Europa y ha tenido que reducir la jornada laboral de sus trabajadores.

Los empleados describen la situación en Mirafiori como precaria y los sindicatos han denunciado en repetidas ocasiones la insostenibilidad a medio plazo de la fábrica. Sin embargo, para comprender la crisis actual en Mirafiori y en el grupo Stellantis en Italia, es necesario retroceder hasta la fusión entre Fiat y Chrysler en 2014, que dio origen a la creación de Stellantis en 2021.

En las últimas décadas, Turín ha ido perdiendo fuerza dentro de las operaciones de la empresa automovilística. La ciudad ha sufrido el cierre de varias fábricas de coches, incluyendo la emblemática planta de Lingotto. Actualmente, los trabajadores de Stellantis están luchando por recuperar los puestos de trabajo perdidos y el esplendor que alguna vez tuvo la planta de Mirafiori.

El viernes pasado, cientos de trabajadores marcharon desde Turín hasta Roma para exigir soluciones al Gobierno de Giorgia Meloni frente a los planes de Stellantis de cerrar la fábrica en Turín. El ejecutivo ha criticado a la empresa dirigida por Carlos Tavares y ha amenazado con expropiar marcas inoperativas del catálogo de Stellantis para ofrecérselas a empresas chinas interesadas en fabricar coches en Italia.

A pesar de las dificultades, Stellantis asegura que Mirafiori tiene futuro, con la producción de cajas de cambios para vehículos eléctricos y la fabricación de la nueva versión híbrida del Fiat 500 en proceso. Sin embargo, se estima que la producción italiana de Stellantis caerá por debajo de los 500.000 vehículos este año, el nivel más bajo desde 1958.

Además, la plantilla de Mirafiori está envejecida y con poca presencia de relevo generacional dispuesto a trabajar en la industria del motor. A pesar de que los últimos modelos de Fiat, Lancia y Alfa Romeo se han diseñado en Italia, una parte significativa de su fabricación se realiza en plantas francesas o en países europeos con costos laborales más bajos.

Actualmente, Turín está presionando al gobierno italiano para atraer inversiones de grupos automovilísticos chinos con el objetivo de revitalizar la industria local y crear nuevas oportunidades de empleo para los trabajadores del sector automotriz en la región.