El Gobierno de Irán ha rechazado este jueves la petición del G7 para que deje de prestar apoyo al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y ha criticado al bloque por "cambiar la posición del opresor por la del oprimido".

Según el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kanani, Teherán rechaza "firmemente" el comunicado del G7, al que considera "infundado". El G7 pidió a Irán que "deje de apoyar a Hamás y de adoptar acciones que desestabilizan Oriente Próximo, incluido su apoyo a Hezbolá y otros actores no estatales, y que use su influencia sobre estos grupos para rebajar las tensiones".

En respuesta, Kanani ha calificado de "falsas" y "ridículas" las afirmaciones del G7 sobre "los grupos de resistencia en Palestina y Líbano" y ha desestimado las demandas a Irán como "irrelevantes". Según él, Irán ha hecho esfuerzos para poner fin a los ataques militares desde el inicio de la actual crisis en Gaza.

Además, Kanani ha acusado al G7 de financiar la ocupación de la tierra del pueblo palestino y de apoyar los crímenes de guerra de Israel. En sus palabras, el G7 está cambiando la posición del opresor por la del oprimido al exigir a los grupos de resistencia y liberación que dejen de actuar. Además, ha recordado que Israel ha cometido acciones que violan el Derecho Internacional, como la usurpación de tierras palestinas, el asesinato en masa de palestinos y los ataques contra lugares religiosos y hospitales.

Kanani ha resaltado que las autoridades de Irán buscan la estabilidad y la seguridad en la región y ha criticado la presencia militar de países externos, que considera uno de los principales factores de inseguridad. Asimismo, ha afirmado que Irán no busca desarrollar armas nucleares y que su programa nuclear tiene fines pacíficos. Según él, Irán ha cumplido con todas sus obligaciones en el marco del Acuerdo Nuclear, tal y como lo ha confirmado el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA).

El Ejército de Israel lanzó una ofensiva en respuesta a los ataques perpetrados por Hamás el 7 de octubre, que dejaron un saldo de cerca de 1.400 muertos y más de 240 secuestrados. Sin embargo, las autoridades de Gaza afirman que los ataques israelíes han causado más de 10.500 muertos, incluyendo más de 4.300 niños, y que más de 160 palestinos han sido asesinados por las fuerzas israelíes o en ataques de colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.