Este martes, Jaguar Land Rover se vio forzada a detener su producción debido a un ciberincidente que ha dejado en la sombra varios detalles sobre su naturaleza y alcance. La compañía británica ha optado por no ofrecer más información en este momento.

En un comunicado, la empresa afirmó que, hasta el momento, no existen indicios de que se hayan sustraído datos de sus clientes. Sin embargo, reconoció que sus operaciones de producción y sus ventas al por menor han sufrido interrupciones significativas.

"No hay evidencia de robo de información de nuestros clientes, pero nuestras actividades de venta y producción están enfrentando serios obstáculos", se lee en la declaración emitida por Jaguar Land Rover respecto al desafortunado evento.

La compañía ya ha comenzado a trabajar en la recuperación de sus sistemas globales de manera controlada y ha tomado acciones inmediatas para minimizar el impacto del incidente, cerrando de forma preventiva sus plataformas digitales.