En la jornada del 3 de octubre, Madrid vibró al compás de celebraciones en el Palacio de Liria, donde se congregó la familia Alba para un evento muy significativo. Aunque en un principio se rumoreó que se festejaba el 76 cumpleaños del Duque de Alba, la realidad era aún más emotiva: se trataba del bautizo de los dos benjamines de la familia.

La ceremonia incluyó a Fernando, el más reciente integrante de los Albás, hijo de Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart, nacido el pasado 10 de septiembre, y a Fadrique, quien llegó al mundo el 9 de junio, siendo hijo de Belén Corsini y Carlos Fitz-James. La presencia casi completa del clan evidenció la importancia de este momento.

Apenas 24 horas más tarde, la emoción seguía en aumento, ya que las preparaciones para la boda de Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirjan comenzaron a tomar forma. Los miembros de la familia se aprestaron para trasladarse a Sevilla, donde se llevaría a cabo el enlace matrimonial que promete ser memorável.

Belén Corsini no ocultó que su pareja, el jinete Cayetano, estaba sintiendo los nervios pre-boda, sobre todo sabiendo que los medios de comunicación estarían al tanto de cada movimiento cerca de la Finca Las Arroyuelas: "Es normal que esté nervioso, es su gran día", comentó con una sonrisa.

En compañía de Carlos Fitz-James Stuart, Belén disfrutó del bautizo de su hijo, asegurando que lo pasaron "fenomenal" durante la celebración, enfatizando la alegría que rodea a la familia en este período tan especial.

Sobre la participación de Amina, hija del jinete y quien será la madrina de la boda, los Fitz-James confesaron que no habían tenido contacto reciente, pero expresaron su confianza en que realizará un trabajo excepcional en su papel.

La noticia de la ausencia del tío Jacobo en este gran evento tomó a Carlos por sorpresa, quien se enteró a través de los medios: "La verdad, no tenía idea de eso", comentó, mientras que Sofía Palazuelo fue vista saliendo de su hogar, con una expresión alegre que sugiere que la familia sigue unida a pesar de los altibajos.

Finalmente, en la tarde del mismo día, el Duque de Alba y los Duques de Huéscar fueron captados a su salida del Palacio de Liria, abordo de un vehículo que los llevaría a Sevilla. Juntos, comenzaron un fin de semana que promete ser un hito en la historia de la familia Alba, cargado de rituales y promesas de amor.