Los últimos datos económicos de Estados Unidos han revelado un sutil pero significativo aumento en la medida de la inflación subyacente, que ha alcanzado el 2,9% en julio, lo que supone un incremento de una décima, de acuerdo con el informe reciente de la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio.

Este informe destaca que el índice de precios de consumo personal, que se considera la referencia principal para evaluar la inflación por parte de la Reserva Federal, se mantuvo estable en un 2,6% en comparación interanual. No obstante, es relevante resaltar los fluctuantes costos de alimentos y energía, con el precio de los alimentos experimentando un crecimiento del 1,9%, mientras que los costos energéticos mostraron una reducción del 2,7%.

A nivel mensual, el índice general de inflación avanzó un 0,2%, lo que representa una ligera desaceleración, mientras que la inflación subyacente se mantuvo sin cambios en un aumento del 0,3% durante el mismo período.

Frente a estos desafíos económicos, la Reserva Federal ha implementado un ciclo agresivo de aumentos en las tasas de interés, elevándolas en once ocasiones desde marzo de 2022. Sin embargo, este ciclo se detuvo en julio de 2023, ubicando las tasas en el rango objetivo de entre 5,25% y 5,5%.

En la reciente reunión del 30 de julio, la Fed decidió mantener su tasa de referencia sin cambios por quinta vez consecutiva, enfatizando que las incertidumbres en torno a las expectativas económicas persisten en niveles elevados. El banco central ha declarado que continuará vigilando atentamente los riesgos asociados con la inflación y el empleo, un indicativo de su compromiso con una economía más estable.