En Madrid, el inicio del nuevo curso escolar ha sido marcado por una alarmante disminución en la cantidad de docentes, con 255.137 menos que al final del periodo anterior. Este descenso se debe a las drásticas decisiones de cese masivo tomadas durante los meses de verano, con cifras de 55.569 en junio, 123.699 en julio y 75.869 en agosto. Esta situación, reflejada en los datos de la Seguridad Social, se agrava con una temporalidad en el sector que asciende al 30%.

El Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha hecho un llamado de atención sobre las condiciones en las que la educación pública arranca este lunes, señalando que los problemas que se repiten año tras año persisten. Entre las dificultades más preocupantes destacan la elevada temporalidad, las ratios desmesuradas, la falta de personal, docentes en situación de interinidad y centros educativos que aún están a la espera de la integración de sus nuevos maestros.

Además, el sindicato ha subrayado la carga burocrática que recae sobre los docentes, fruto de la reciente Ley Orgánica que modifica la legislación educativa (LOMLOE). Según CSIF, este aumento en la burocracia provoca que los educadores estén más enfocados en el cumplimiento de trámites administrativos que en la atención directa a sus estudiantes.

Frente a esta situación, CSIF demanda un acuerdo educativo que se distancie de los altibajos políticos y brinde estabilidad al sistema educativo. Entre sus propuestas se incluyen aumentar la inversión en educación hasta el 7% del PIB, la aprobación de un Estatuto Docente, mejoras en las retribuciones y una reducción tanto de las ratios como del horario lectivo, entre otras medidas necesarias.

Con el objetivo de mejorar las condiciones laborales del profesorado, el sindicato espera con interés la reunión programada con el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes el próximo 23 de septiembre, donde se debatirá el Estatuto Docente y se buscarán soluciones a los actuales desafíos del sistema educativa.