En una decisión que marca un regreso a la tradición, el Papa León XIV ha dado a conocer su intención de pasar parte de los meses de julio y agosto en las emblemáticas Villas Pontificias de Castel Gandolfo. Este anuncio fue realizado a través de un comunicado emitido por la Prefectura de la Casa Pontificia, que destaca la importancia de este histórico palacio del siglo XVII, situado a orillas del encantador Lago Albano. La elección de León XIV contrasta con la preferencia que mostró el Papa Francisco por permanecer en la Casa Santa Marta durante el verano, buscando reducir su carga de trabajo durante esa temporada.

El comunicado también señala que, durante el mes de julio, se suspenderán todas las audiencias privadas y las audiencias generales del Papa, programadas para los miércoles 2, 9, 16 y 23. Será el 30 de julio cuando se reanuden estos encuentros con los fieles, tras un descanso en el que León XIV se dedicará a su reflexión y tranquilidad en Castel Gandolfo.

El lunes 6 de julio, el Papa comenzará su estancia en las Villas Pontificias, donde se espera que se tome un merecido tiempo de relajación. Durante esa semana, el 13 de julio, presidirá una misa solemne a las 10:00 horas en la parroquia de San Tomás de Villanueva, seguido del rezo del Ángelus a las 12:00 en la Piazza della Libertà, un acto que une a la comunidad local y a los visitantes.

La próxima celebración litúrgica se llevará a cabo el 20 de julio, cuando el Papa oficiará la Santa Misa en la Catedral de Albano a las 9:30. Nuevamente, se detendrá en la Piazza della Libertà para recitar el Ángelus a las 12:00, antes de viajar de regreso al Vaticano por la tarde, marcando un día lleno de espiritualidad y conexión con la comunidad.

En el mes de agosto, León XIV continuará con su agenda religiosa, iniciando el 15 con una misa a las 10:00 en la Parroquia Pontificia de Castel Gandolfo, seguida del rezo del Ángelus que reunirá a los fieles a las 12:00 en dicho lugar. Además, a las 12:00 horas del 17 de agosto, se llevará a cabo otro rezo del Ángelus en la misma plaza, después del cual regresará al Vaticano, llevando consigo el espíritu de comunidad y fe que caracteriza este periodo estival.