Madrid, 30 de octubre. En una jornada emocionante de la Copa del Rey, el Levante y el RC Celta enfrentaron desafíos significativos para asegurar su lugar en los treintaidosavos de final. El Levante se vio obligado a luchar hasta el último minuto ante el Orihuela, consiguiendo un agónico triunfo por 3-4, mientras que el Celta ganó 0-2 al Puerto de Vega, aunque también experimentó momentos de tensión.

Los 'granotas' se presentaron en el campo del equipo alicantino, que milita en la Segunda RFEF, con una ventaja inicial que parecía asegurar su clasificación. Sin embargo, el Orihuela, decidido a hacer frente a las dificultades, igualó el marcador en el minuto 90 mediante el gol de Ayo, lo que llevó el partido a la prórroga en medio de la euforia de sus seguidores. A pesar de la presión local, el Levante se había adelantado 0-2 en los primeros diez minutos gracias a las anotaciones de Unai Elgezabal y José Luis Morales.

El equipo de Julián Calero, firme en su deseo de avanzar en la competición, logró el gol decisivo en el minuto 92, de la mano de Carlos Espi, quien, en medio de un posible fuera de juego, puso fin a la lucha con un gol que aseguró la victoria. Aunque el Levante había sido eliminado en la primera ronda la temporada pasada, esta vez mostró su ambición y determinación desde el principio.

El Orihuela, por su parte, no se rindió y continuó presionando, dejando claro que tenían la calidad necesaria para meterse de nuevo en el partido. A pesar del tercer gol de Espi, los locales no se desanimaron y continuaron su lucha, anotando dos impresionantes goles por parte de Gonzalo Miranda y Ayo que renovaron las esperanzas de sus aficionados.

Mientras tanto, el Celta tuvo un partido complicado, especialmente en la primera mitad. El Puerto de Vega, equipo que aspira al 'playoff' en la Autonómica Asturiana, mostró una defensa sólida y dificultó las acciones del conjunto vigués dirigido por Claudio Giráldez, quien no pudo encontrar respuestas efectivas en ataque. Los asturianos lucharon intensamente, pero el equipo de Primera División estaba determinado a no ser menospreciado.

No obstante, el técnico celeste ajustó sus tácticas y, con la inclusión de Óscar Marcos, el juego del Celta cobró nuevo impulso. El debutante no solo marcó el primer gol en el minuto 51, sino que también fue fundamental en la creación de varias oportunidades ofensivas. Junto a Hugo Álvarez, quien provocó un penalti que se tradujo en el 0-2 por parte de Damián Rodríguez, levantaron a un Celta que avanzó con éxito en la competición y se aseguró un lugar en la próxima ronda.