La organización terrorista Al Qaeda ha vuelto a poner sus ojos en Afganistán, un país que ya fue su refugio durante años. Bajo el liderazgo de Saif al Adel, actual líder de la organización, se pretende convertir este país en un lugar de emigración para musulmanes de todo el mundo, aprovechando su condición de "emirato islámico".

Desde la firma del acuerdo de paz entre los talibán y la Administración de Donald Trump en 2020, que implicaba la retirada de las tropas estadounidenses y de la OTAN a cambio de garantías de no permitir la presencia de grupos terroristas como Al Qaeda, Afganistán ha vuelto a ser un foco de atención. Fue en este territorio donde se planificó el mayor ataque terrorista de la historia, los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos.

La llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos en 2021 no trajo cambios en la estrategia de retirada de tropas, que se completó de forma precipitada en agosto del mismo año, facilitando el regreso de los talibán al poder. Sin embargo, los insurgentes no han cumplido con su compromiso de mantener a raya a Al Qaeda, como evidencian informes de organismos internacionales.

Según dichos informes, Al Qaeda ha establecido varios campos de entrenamiento en Afganistán, así como refugios para facilitar el traslado de personas entre este país e Irán. Saif al Adel, considerado como el sucesor de Ayman al Zawahiri, ha instado a musulmanes de todo el mundo a emigrar a Afganistán como parte de su estrategia para fortalecer la presencia de Al Qaeda en la región.

En un mensaje publicado en As Sahab, principal medio de Al Qaeda, Al Adel hace un llamamiento a los musulmanes en países occidentales a trasladarse a Afganistán para recibir entrenamiento y participar en acciones contra objetivos occidentales y sionistas en todo el mundo. Además, el líder terrorista insta a llevar la lucha a territorio enemigo, golpeando su economía y protegiendo los frentes yihadistas a través de células durmientes y lobos solitarios.