El pasado domingo, la selección española masculina de balonmano se llevó una victoria crucial al derrotar a Serbia con un marcador de 28-26 durante la cuarta jornada de clasificación para el Europeo 2026. El emocionante encuentro tuvo lugar en el Quijote Arena de Ciudad Real, donde España se posiciona ahora como líder solitario del Grupo 4.

A pesar de la victoria, los hombres dirigidos por Jordi Ribera enfrentaron serios retos ante un equipo serbio que ha demostrado ser un competidor tenaz en esta fase. Tras una derrota en Kraljevo el jueves, España estuvo decidida a devolver el golpe, aunque no logró mantener una ventaja significativa en el gol promedio frente a Serbia.

Con esta situación, el grupo se mantiene en tensión, con España e Italia al frente con seis puntos cada uno, mientras que Serbia se aferró a sus posibilidades gracias a un gol clave de Lazar Kukic a tan solo nueve segundos del final, un tanto que complicó las posibilidades de España en términos de diferencia de goles. El ambiente en el Quijote Arena brindó un apoyo invaluable a la selección local a lo largo del partido.

A pesar de la dura batalla, los 'Hispanos' lograron establecer una sólida defensa, manteniendo un marcador ajustado de 3-4 después de diez minutos de juego. Kauldi Odriozola destacó con una actuación sobresaliente en la primera mitad, pero las verdaderas estrellas del encuentro fueron el portero Rodrigo Corrales y su contraparte serbia, Dejan Milosavljev, junto con Álex Dujshebaev, quien contribuyó a consolidar la ventaja local de 13-11.

Serbia, bajo la dirección de Dalibor Cutura, se mantuvo firme en el encuentro, con jugadores como Lazar Kukic y Milos Kos mostrando gran determinación. Por su parte, España refinó sus lanzamientos de siete metros y implementó una efectiva transición tras recuperar el balón, con Ian Barrufet jugando un papel destacado en la defensa con su esquema 5:1.

El objetivo de los tres goles de diferencia estuvo al alcance de España gracias a una jugada de Ian Tarrafeta; sin embargo, el equipo serbio no se rindió y Kukic logró anotar en un momento decisivo, aumentando la emoción en esta intensa fase de clasificación. El Quijote Arena, en señal de reconocimiento al esfuerzo del equipo, también se convirtió en el escenario para rendir homenaje a diez leyendas de la selección española, incluyendo a Raúl Entrerríos, Jorge Maqueda y Valero Rivera, entre otros.