MADRID, 13 de noviembre. (CHANCE) - En un momento emblemático que marca su regreso a la atención pública, los Reyes Felipe y Letizia han protagonizado su primer acto conjunto desde la conmovedora visita a Paiporta el pasado 3 de noviembre, en la que quedaron grabadas en la memoria colectiva sus imágenes junto a vecinos afectados por una adversidad climática devastadora. Estos días, ambos han estado realizando apariciones por separado: el monarca ha acudido a Valencia para observar de cerca la labor humanitaria que han llevado a cabo las fuerzas armadas en la región golpeada por la DANA, mientras que la reina ha abierto las puertas del Palacio de La Zarzuela a representantes de Code.Org y de la Asociación Española de Porfiria.

Este miércoles, sin embargo, el aire festivo volvió a reinar, ya que los Reyes se reunieron en un acto destinado a honrar y felicitar a los deportistas españoles que se preparan para los Juegos Olímpicos de París 2024. Este evento, que tuvo lugar en el Palacio Real de El Pardo, ofreció un ambiente distendido y alegre, donde la conexión con los atletas iluminó el rostro de Don Felipe y Doña Letizia con sonrisas que contrastaban con los momentos de tensión pasados. Entre los protagonistas de la jornada se encontraban la talentosa jugadora de bádminton Carolina Marín, el piragüista Marcus Cooper, y los atletas Adi Iglesias y Álvaro Martín, quienes se sintieron valorados y apoyados en su camino hacia la competición.

Con un look que reflejaba tanto elegancia como un respeto por la seriedad de la situación en Valencia, la reina optó por un traje sastre burdeos, que combinó con una blusa negra de seda adornada con una maxi lazada, junto a unos cómodos mocasines de tacón ancho. Su estilo sobrio no solo marcó la pauta de la jornada, sino que también se interpretó como un homenaje silencioso a aquellos que enfrentan dificultades.

Los Reyes han anunciado que en los próximos días regresarán juntos a Valencia, aunque aún no se ha especificado la fecha exacta. Este acto será otro paso en su compromiso por acercarse a las comunidades afectadas por la DANA, reafirmando la conexión y el apoyo institucional hacia quienes han sufrido la pérdida y la desolación tras el paso del temporal. Su próxima visita refleja no solo la voluntad de los monarcas de ser un símbolo de esperanza, sino también un recordatorio de la importancia de la solidaridad y la empatía en tiempos difíciles.