Marlaska atribuye al cuerpo de la Guardia Civil la decisión de enviar a Venezuela al agente del 'caso Koldo'.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha tomado una postura enérgica respecto a la polémica sobre la medalla al mérito concedida a Aldama, un asunto que ha provocado un profundo malestar en diversos sectores de la sociedad. Este jueves, durante una rueda de prensa en el Palau de la Generalitat, Marlaska reiteró que el ministerio tiene la firme intención de actuar de oficio en la revocación de esta distinción.
El tema se ha vuelto particularmente relevante a raíz de la implicación del comandante de la Guardia Civil, Rubén Villalba, en el denominado 'caso Koldo', que pone en entredicho la integridad de ciertos miembros de las fuerzas de seguridad. Según explicó el ministro, la decisión de enviar a Villalba a Venezuela fue una sugerencia proveniente de las propias unidades de la Guardia Civil, un hecho que añade otra capa de complejidad a la situación.
En un contexto donde la rendición de cuentas es cada vez más demandada por la ciudadanía, Marlaska subrayó que, tras conocer la imputación de Villalba, el Ministerio del Interior actuó de inmediato y el comandante no llegó ni a tomar posesión del nuevo destino. Esto demuestra, según el ministro, un compromiso serio por parte del gobierno en la lucha contra la corrupción y en la protección de la imagen de la institución.
El auto del magistrado de la Audiencia Nacional que instruye el caso ha dejado al descubierto aspectos inquietantes sobre Villalba, quien supuestamente recibía pagos en efectivo de la trama investigada y mantenía una relación estrecha con Koldo García, exasesor del expresidente José Luis Ábalos, implicado en el escándalo que sacude a la Guardia Civil.
En este contexto, la cuestión de la medalla al mérito de Aldama se torna central. Marlaska enfatizó que el ministerio está preparado para proporcionar al juez encargado del caso toda la documentación relacionada con la concesión de esta medalla, dado que su existencia no hace honor a la dignidad de la Guardia Civil. "La presencia de esta medalla no representa de ninguna manera un motivo de orgullo para nuestra institución", declaró el ministro, manifestando su compromiso por garantizar la transparencia y la justicia en todos los casos que involucren a funcionarios del estado.
La declaración de Marlaska resuena en un momento en que la sociedad española demanda más responsabilidad y ética de sus instituciones. Al poner en marcha la revocación de la medalla y colaborar con la investigación judicial, el ministerio busca restaurar la confianza pública en la Guardia Civil y demostrar que no hay lugar para la impunidad en sus filas.
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