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Mauritania se consolida en 2024 como el principal origen de inmigrantes hacia España, igualando a Marruecos y Argelia.

Mauritania se consolida en 2024 como el principal origen de inmigrantes hacia España, igualando a Marruecos y Argelia.

El más reciente Informe de Seguridad Nacional ha revelado que la presión migratoria hacia España podría seguir incrementándose, tras haber marcado un récord en los últimos tiempos. Esta situación es objeto de preocupación, ya que se mantienen factores que impulsan a miles de personas a abandonar sus países en busca de un futuro mejor.

De acuerdo con los datos presentados por el Departamento de Seguridad Nacional, Mauritania se posicionó como el principal país de origen de inmigrantes que arriban a las costas españolas a lo largo de 2024, con más de 25,000 personas. Esta cifra se aproxima a la suma total de aquellos que zarpan desde Marruecos y Argelia, lo que pone de manifiesto el cambio en las rutas migratorias.

El informe, que fue publicado recientemente, detalla que a lo largo de este año llegaron a España 25,081 inmigrantes desde Mauritania, seguidos de 13,217 desde Marruecos y 12,038 desde Argelia. Es importante resaltar también que un total de 8,970 inmigrantes zarpó hacia las islas Canarias desde Senegal, así como otros 1,943 desde Gambia y 250 desde Guinea-Bisáu, lo que subraya la multiplicidad de rutas que se están utilizando.

El Informe de Seguridad Nacional señala que 2024 ha sido el año con la mayor afluencia de inmigrantes irregulares por vía marítima, alcanzando un total de 61,372 llegadas, lo que representa un aumento del 10.3% respecto a 2023 y un incremento del 6.65% en comparación con 2018, que había establecido el récord anterior. Las Islas Canarias, en particular, vieron un aumento del 17.4% en llegadas, alcanzando 46,843, mientras que Baleares experimentó una subida del 158.3%, con 5,882 inmigrantes, ambos máximos históricos.

El informe también indica que la ruta del Mediterráneo Oriental ha sido la más concurrida, seguida del Mediterráneo Central, la ruta Atlántica a Canarias y, por último, la del Mediterráneo Occidental. Sin embargo, destaca un aumento del 18% en las llegadas por la vía atlántica, a pesar de un descenso del 6% en la ruta occidental.

Este incremento de llegadas a las Canarias se asocia a un “trasvase” resultante de un “cierre parcial de las salidas” en la ruta del Mediterráneo Central, que conecta principalmente a Libia y Túnez con Italia. Esto ha provocado un mayor flujo de personas desde Mauritania, Senegal y Gambia, países que son considerados puntos de partida ante la incertidumbre en la región del Sahel.

El informe también hace hincapié en la inestabilidad en el Sahel, con especial atención en la situación en Mauritania, donde la injerencia de actores externos, como Rusia, se hace evidente. A su vez, en Argelia, el retorno de rutas migratorias a través de Níger han devuelto protagonismo a Agadez como un importante centro de tránsito migratorio.

A pesar de que los países del Sahel han manifestado su compromiso para mitigar las corrientes migratorias, la falta de recursos y la manipulación de estas dinámicas por parte de entidades hostiles a la Unión Europea sugiere que la presión migratoria podría persistir, o incluso aumentar, en el futuro, según advierte el informe.

En el caso de Mauritania, que se destaca como un punto clave de salida hacia Canarias, el informe subraya la tensión migratoria que enfrenta el país, que alberga a un número considerable de refugiados malienses. Las autoridades mauritanas han implementado medidas para controlar la migración, cuyas repercusiones estarán por verse en el tiempo venidero.

Por otro lado, el análisis revela un cambio significativo en el perfil de los inmigrantes. Mientras que anteriormente la mayoría provenía del Magreb, en la actualidad, una proporción considerable llega desde el Sahel. De hecho, el 72% de los inmigrantes irregulares que arriban por mar son ahora subsaharianos, un aumento notable respecto al 62% registrado en 2023.

Específicamente, el informe contabiliza llegadas de 15,261 malienses, 11,824 senegaleses, 9,552 argelinos y 6,945 marroquíes. Además, se ha evidenciado un aumento en las demandas de protección internacional entre los inmigrantes del Sahel, aunque aún persiste un número significativo de quienes no lo solicitan.