Ante la persistencia del conflicto y las restricciones en el acceso humanitario, los expertos advierten sobre el alto riesgo de una posible hambruna en la Franja de Gaza.

MADRID, 25 Jun.

La situación en la Franja de Gaza continúa siendo preocupante, con una mejora gradual en la parte norte gracias a la llegada de ayuda humanitaria, pero aún así, las agencias de la ONU alertan de que medio millón de palestinos están en niveles críticos de inseguridad alimentaria.

Según la Clasificación Integrada de la Fase de Seguridad Alimentaria (IPC), casi medio millón de personas en Gaza están experimentando un hambre extrema, mientras que otras 745.000 se encuentran en una situación de inseguridad alimentaria grave.

El informe publicado recientemente subraya la posibilidad de una hambruna si el conflicto persiste y se mantienen las restricciones en el acceso humanitario, lo que afectaría a casi toda la población gazatí.

A pesar de que en la zona norte ha habido cierta mejoría, en la parte sur la situación ha empeorado desde el inicio de la ofensiva por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel en la ciudad de Rafá.

Los constantes desplazamientos de la población han llevado a un panorama desolador, con familias vendiendo ropa, recogiendo basura y enfrentando la falta de alimentos de manera cotidiana.

La ONU establece criterios claros para declarar una hambruna, incluyendo el número de hogares con carencias extremas y la tasa de desnutrición infantil aguda, advirtiendo que la situación en Gaza se acerca peligrosamente a este escenario.

Con un 20 por ciento de hogares en extrema necesidad y un tercio de los niños sufriendo desnutrición, la ONU alerta sobre la gravedad de la crisis humanitaria en la Franja de Gaza.