
El Gobierno de Noruega se siente satisfecho con los avances en la adopción de vehículos eléctricos, ya que estos representan el 95% de las nuevas inscripciones de automóviles en el país.
MADRID, 15 de octubre. En una reciente propuesta, el Gobierno noruego ha planteado la posibilidad de eliminar gradualmente la exención del IVA para la compra de automóviles eléctricos. Esta medida se produce en un momento en que casi la totalidad de los vehículos nuevos en el país son eléctricos.
Las cifras son reveladoras: al finalizar septiembre, un asombroso 95% de las matriculaciones de vehículos en Noruega correspondían a modelos eléctricos, según datos de la Administración Noruega de Carreteras (OFV). De un total de 113.325 nuevos coches registrados en lo que va del año, 107.608 eran eléctricos, lo que representa un aumento del 23,5% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
El mes de septiembre marcó un hito con 14.084 nuevos vehículos eléctricos matriculados, lo que significa que el 98,3% de las matrículas totales, que fueron 14.329, fueron de modelos eléctricos, dejando solo 245 coches con motor de combustión interna.
En este contexto, el Gobierno argumenta que la ayuda financiera para la adquisición de vehículos eléctricos, que data de hace 20 años, se ha vuelto costosa, ascendiendo a 17.500 millones de coronas noruegas (aproximadamente 1.492 millones de euros).
De acuerdo con la propuesta, el umbral de precios para beneficiarse de la exención de IVA se reduciría de 500.000 coronas (42.659 euros) a 300.000 coronas (25.593 euros) en el año 2026, y la exención se eliminaría por completo en 2027.
El ministro de Finanzas, Jens Stoltenberg, justificó esta decisión, mencionando que la eliminación gradual de beneficios permitirá una reestructuración fiscal, donde el aumento de algunos impuestos se verá compensado con la reducción de otros, señalando que es un compromiso del Gobierno con la responsabilidad fiscal.
La OFV ya contemplaba la posibilidad de que se realizaran análisis sobre el sistema impositivo referente a las ayudas a los vehículos eléctricos y su impacto en la industria automovilística actual.
No obstante, Geir Inge Stokke, director de la OFV, advirtió que la incertidumbre sobre los cambios fiscales en los vehículos podría complicar la situación de la industria y generar dudas entre los futuros compradores respecto al costo final de los automóviles nuevos.
A pesar de que la mayoría de los coches nuevos son eléctricos, Stokke subrayó la necesidad de mantener incentivos que aseguren la continuidad de este progreso en 2026, evitando una posible desaceleración en el desarrollo, tal como ocurre en Suecia.
Por otra parte, la Asociación de Vehículos Eléctricos de Noruega se ha manifestado en contra del aumento del IVA, argumentando que sería incluso más alto que el que actualmente se aplica a los coches de combustión interna.
La secretaria general de la asociación, Christina Bu, expresó su preocupación por la rapidez con la que el Gobierno está actuando. Si bien es probable que se implemente un IVA completo para los eléctricos en el futuro, aboga por un enfoque más gradual y con un anuncio previo suficiente.
Bu también indicó que la asociación tiene la intención de oponerse a estas propuestas, temiendo que una medida “irresponsable” podría amenazar el éxito del mercado de vehículos eléctricos en Noruega y llevar a un retroceso hacia los automóviles de combustión interna.
En un movimiento paralelo, el Gobierno noruego ha propuesto aumentar los impuestos al carbono en un 14% para el año 2026, con el objetivo de alcanzar 2.400 coronas noruegas (204 euros) por tonelada de CO2 para 2030, y continuar esa tendencia hasta llegar a 3.400 coronas (290 euros) por tonelada en 2035.
Stoltenberg enfatizó que fortalecer el uso de impuestos al carbono es crucial para reducir las emisiones, destacando que la política climática del Gobierno juega un papel vital en la disminución de gases de efecto invernadero en Noruega.
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.