En una reciente comunicación que marca el inicio de su gestión, el nuevo secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se ha conectado con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Esta conversación, que tuvo lugar el 23 de enero, se produce apenas dos días después de que Rubio asumiera oficialmente su cargo, y deja clara la postura alineada con la administración de Donald Trump respecto a Israel.

Durante la charla, Rubio enfatizó la importancia del apoyo estadounidense a Israel, describiéndolo como una "prioridad máxima" del gobierno del expresidente Trump. Según la portavoz del secretario de Estado, Tammy Bruce, Rubio también dejó claro que las preocupaciones sobre la influencia de Irán en la región y la búsqueda de posibilidades para establecer la paz son temas que se abordarán con seriedad durante su gestión.

La comunicación no solo sirvió para establecer las intenciones políticas de la nueva administración, sino que Rubio aprovechó la oportunidad para congratular a Netanyahu por los logros de Israel ante las acciones del Movimiento de Resistencia Islámica, conocido como Hamás, y de Hezbolá, un grupo chií de Líbano. Además, Rubio se comprometió a trabajar incansablemente en la liberación de los rehenes que permanecen en Gaza, una cuestión que ocupa un lugar destacado en la agenda de derechos humanos y seguridad en la región.