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Otti Verdú: "Mi experiencia en la Ifema Madrid Horse Week fue inolvidable".

Otti Verdú:

MADRID, 29 de noviembre.

La joven amazona española Otti Verdú se prepara con entusiasmo para su participación en la Ifema Madrid Horse Week, un evento en el que espera brillar, respaldada por su prometedora actuación en 2019. Aunque en aquella ocasión competía en un nivel inferior, su finalidad esta vez es disfrutar cada momento y, al mismo tiempo, abordar sus ambiciones con una perspectiva realista.

A sus 25 años, Verdú regresa al evento madrileño tras haberse llevado la victoria en todas las pruebas que disputó hace cuatro años. Sin embargo, ahora se enfrenta a competiciones más exigentes: el viernes participará en una prueba de 1,45 metros (Trofeo Hola) y el sábado competirá en una prueba de 1,45 (Trofeo Virtus) y en otra de 1,50 metros (Trofeo Estrella Damm), montando a sus caballos 'Baccarat Fontaine' y 'Gloria Casa Ballonga'.

“Estoy muy emocionada pero también un poco nerviosa, ya que nunca he competido en un evento de este nivel internacional y menos en una Copa del Mundo. La Ifema es un escenario espectacular, no solo por la complejidad de los recorridos, sino también por la multitud que asiste, lo cual añade un grado extra de emoción”, comentó Verdú en una entrevista con Europa Press.

La barcelonesa siente una gran ilusión por regresar al evento de Ifema y no sabe qué resultados obtendrá, pero está decidida a disfrutar cada instante. “Tengo recuerdos de Madrid que son casi insuperables; mi anterior participación fue el cierre de un año muy especial. Regresar para competir en un 5* me emociona porque no quería volver sin una oportunidad que se asemejara a esta”, confesó.

Sin embargo, la atmósfera de la competición puede ser desafiante, especialmente por la peculiaridad de competir en una pista cubierta, lo que a veces hace que los jinetes se sientan algo ansiosos. “El público a menudo está completamente lleno y hay muchas luces y ruidos. Me acuerdo de que me emocionaba enormemente entrar a la pista, especialmente porque los espectadores españoles suelen animar con gran fervor, lo que puede ser un poco intimidante”, relató.

Los caballos también experimentan una respuesta emocional ante el ambiente, y Valdrá mencionar que su principal montura, 'Baccarat', es especialmente sensible a los ruidos, lo que representa un reto adicional. “Estoy un poco preocupada sobre cómo él reaccionará, pero haré todo lo posible para manejar la situación de la mejor manera”, afirmó.

Verdú se inició en el mundo de la equitación a una edad temprana, comenzando a competir con ponis a los 10 años, aunque su inclinación hacia este deporte no proviene de su entorno familiar. “Nadie en mi familia monta”, señala la amazona, explicando que su amor por los caballos surgió en parte por el deseo de sobrellevar el divorcio de sus padres, donde su padre buscó actividades que le permitieran mantener un vínculo emocional estrecho con ella.

“Recuerdo que cada vez que estaba con él, intentaba llevarme a actividades emocionantes para que disfrutara. Me apasionan los animales, y una vez me subió a un carrusel, que estaba lleno de ponis de verdad. Desde entonces, cada vez que veía uno me subía para dar vueltas. A los cuatro años, como éramos socios en el RC Polo de Barcelona, me inscribí en la escuela de equitación y desde allí hasta ahora ha pasado mucho tiempo”, rememoró la catalana.

A pesar de sus inicios en la doma clásica, fue a los 15 años cuando decidió cambiarse al salto. “Creo que tener una base sólida en doma fue esencial para alcanzar el nivel que tengo hoy, ya que me ayudó a desarrollar ese ‘feeling’ con el caballo”, puntualizó.

Los éxitos no tardaron en llegar. “Nunca imaginé que alcanzaría este nivel en el salto. Todo cambió un poco cuando tenía 18 años, y fue una experiencia realmente emocionante. Espero que sigan viniendo muchos más logros”, manifestó Otti Verdú, quien, aunque reconoce que “soñar es gratis”, también se muestra consciente de la necesidad de ser práctica acerca de sus metas.

“Sueño con participar el año que viene en alguna Copa de Naciones con el equipo nacional. Es una meta más o menos alcanzable, y me haría mucha ilusión compartir esa experiencia con otros jinetes destacados de España”, añadió, sin olvidar que el sueño más grande para cualquier atleta es representar a su país en los Juegos Olímpicos, aunque admite que alcanzar esta meta es un desafío considerable.

La amazona llega a Madrid en un estado físico óptimo a pesar de haber sufrido una dolorosa lesión a principios de este año, donde se rompió la clavícula después de un accidente en el que un caballo se resbaló y cayó sobre ella. “No fue mientras saltaba, sino en una caída inesperada. Al principio no era consciente de cuánto tiempo me alejaría del deporte”, explicó.

Coincidió con el momento en que su equipo empezaba a tener buenos resultados en competiciones significativas, lo que le generó frustración. Tuvo que someterse a una cirugía y le dijeron que estaría fuera de competición durante un mes y medio, un periodo que trajo consigo un poco de temor, ya que lo que le sucedió fue un accidente que podría repetirse en cualquier momento. “La primera vez que volví a montar me sentí insegura; incluso volví a montar a 'Baccarat', el caballo que me hizo caer. Fue una mezcla de sentimientos”, destacó.

“Me sentí muy insegura y perdí fuerza, pero pasó un par de días. Lo que agradecí fue que mi entrenador propuso competir esa misma semana, y al principio pensé que estaba loco. Pero él me insistió que debía confiar en mi instinto porque sabía montar perfectamente. Todo fue hacia arriba; cada día recuperé más confianza y terminé ese concurso saltando el Gran Premio de 1,50 metros”, relató.

Actualmente, Verdú se dedica exclusivamente a los caballos, tras establecer con su padre una empresa dedicada a la cría y venta de equinos. “Hemos llegado a la locura de tener unos 100 caballos, todos criados por nosotros, y alrededor de 25 están montando diariamente. Yo monto entre cinco y siete y por la tarde me encargo de la gestión de toda la empresa”, explicó la amazona de Reus, quien también se graduó en Farmacia hace tres años. “Durante mis estudios, la única forma de combinarlo todo era ser muy organizada. Aprovechaba cualquier minuto libre para estudiar y mantenerme al día”, agregó.

A la hora de mencionar figuras admiradas, Otti Verdú no duda en nombrar a Eduardo Álvarez Aznar como su referente inigualable. “Me encanta su forma de montar y tengo una conexión especial con él porque cabalgó a mi primera yegua importante. Tener un referente cercano es muy valioso”, afirmó.

Asimismo, se siente identificada con Inma Roquet, otra joven y prometedora amazona que también se ha forjado un camino en el mundo de la cría y venta de caballos. En el ámbito internacional, Verdú admira a jinetes como Maikel van der Bleuten, Marcus Ehning y Henrik von Eckermann, quienes son modelos a seguir en su trayectoria deportiva.