En un evento que dejó ver el lado más familiar del exdeportista, Iñaki Urdangarin volvió a ser el centro de atención, tras un tiempo más bien reservado en su día a día. Su reaparición tuvo lugar durante un partido de balonmano en el que su hijo Pablo formaba parte del equipo del Fraikin BM Granollers.

Demostrando ser un padre comprometido, Iñaki se unió a las gradas al igual que cualquier otro aficionado, animando a su hijo y mostrando el apoyo constante que él y la Infanta Cristina brindan a sus hijos en sus aventuras deportivas y profesionales.

Acompañado de amigos entrañables, entre los que destaca el exregatista Roberto Molina y su esposa, Iñaki disfrutó del partido en un ambiente distendido, donde las risas y las anécdotas entre ellos fluían de manera natural, reflejando la buena química que comparten con la Infanta Cristina.

En esta ocasión, Ainhoa Armentia fue la única ausente entre los rostros conocidos, mientras que Johanna Zott no perdió la oportunidad de asistir, mostrando su cercanía con su suegro. A pocos metros de Iñaki, la joven disfrutaba del partido, intercambiando confidencias con la esposa de Roberto mientras animaba a su chico.

Johanna, completamente entregada al juego, lucía con orgullo la camiseta del equipo y no dudó en enviar corazones a Pablo, quien, aunque concentrado en el partido, no podía evitar sonreír al recibir su cariño. En un momento de distracción, Iñaki también dio la nota, metiéndose el dedo en la nariz sin percatarse de las cámaras, mostrando su lado más humano.

Una vez terminado el partido, que resultó en victoria para el Granollers, Pablo se acercó a Iñaki para celebrar el triunfo y analizar algunos momentos del juego. Johanna también recibió su parte de cariño a través de abrazos y besos, reafirmando la solidez de su relación y el respaldo incondicional de sus familias.

En un gesto encantador, Iñaki se tomó el tiempo para firmar balones a una pequeña aficionada que se lo pidió, antes de abandonar el recinto, mientras la lluvia los sorprendía y él recurría a la capucha de su chaqueta. Johanna se despidió de su suegro, compartiendo algunas palabras mientras esperaban que Pablo atendiera a fans que lo esperaban con entusiasmo tras el final del partido.